martes, 5 de enero de 2010

III PARTE: EL ROMÁNICO Y SU INFLUENCIA EN EUROPA


 

           En el siglo XI, se levantaron edificios que ofrecían rasgos comunes entre sí y que se encontraban a lo largo de los caminos de peregrinación, y esta ruta se podía seguir de Francia a Inglaterra, de Italia a España, de Cataluña a Galicia. El Románico fue ante todo un arte religioso que plasmaba las creencias y miedos del hombre del año 1000. Los artistas  hacían más vivos las moles de piedra con esculturas que relataban la Historia Sagrada en tímpanos, jambas y capiteles, convirtiéndose las iglesias en "evangelios en piedra". Era el arte de los caminos. Arquitecturas que hablaban... Comienza por tanto, la era del primer arte europeo y del primer arte verdaderamente cristiano... Es un estilo que integra formas arquitectónicas, esculturales y pictóricas en un plano de trascendencia espiritual, empleándose el lenguaje simbólico para comunicar sentimientos e ideas de grandes dimensiones. Este arte no pretende copiar la naturaleza, sino observar la belleza de una manera abstracta. Por eso los elementos de su arquitectura se reducen a figuras sencillas de geometría euclidiana. Así pues, la belleza y armonía que transmiten parten de un hecho calculado, ya que se pretende comunicar un concepto intelectual y espiritual, que puede llegar a ser distinto dependiendo de quien lo contemple.  

       La imagen que aparece en el margen derecho es un relieve esculpido que representa a Adán y Eva ocultando su desnudez con una hoja. Se caracterizan por sus cuerpos robustos y achaparrados. Los rostros reflejan la inquietud que delata la falta cometida, de la cual les acusa un dedo amenazador. Este relieve es representativo de la voluntad expresiva de la escultura románica.
Se trata del arte predominante en buena parte de la Europa cristiana desde finales del siglo X a bien entrado el XIII. Apareció en toda Europa Occidental, pero no existe un lugar de origen,  sino que surgió de manera paulatina y prácticamente simultánea en Italia, Francia, Alemania y España

           Mapa de la difusión del románico en Europa. La Borgoña como centro, la línea de penetración por el Norte de la Península desde el Pirineo hasta Santiago a lo largo de las rutas peregrinas, y la comunicación de la Lombardía con Cataluña.


. Existen tres procesos históricos que enmarcan el nacimiento de este arte continental:
          - El terror milenario
          - Las peregrinaciones  
          - El feudalismo 

    Como el cristianismo había triunfado en gran parte de los territorios europeos y existía un gran interés por lo religioso, el Papa creó una especie de unión a partir de la autoridad de la Iglesia, que se manifestaba en las peregrinaciones a los lugares sagrados y llegó a su mayor auge con las cruzadas. Como consecuencia del gran poder que tenía la Iglesia, esta será la única cliente de obras de arte, monopolizando la cultura e impregnando el arte de un fuerte carácter simbólico. Además, también expandirían las órdenes religiones conocidas como "Císter" y "Cluny", con magníficas construcciones trabajadas por maestros que no son artistas plenos, sino trabajadores gremiales.
     
      En el año mil, se vivía en Europa un clima de angustia como consecuencia de una serie de circunstancias políticas, llegándose a propagar por todas partes la oscura profecía del Apocalipsis.

Sin embargo, para la mayoría de los cristianos, el año mil no indicaba el fin del mundo, sino el inicio de una era de calamidades, hambres y enfermedades. Como refugio de temores, la piedad se expresa en una intensa renovación del arte religioso, tratándose la temática de la plástica románica, con su abundancia de monstruos y visiones infernales y con la insistencia de utilizar el JUICIO FINAL 
como escena principal en la entrada de los templos, ya que desde la caída del Imperio Romano de Occidente en el año 476 d.C hasta el siglo X, Europa se sumerge en una de las épocas más oscuras de su historia. El ordenamiento social y político; así como el arte, la cultura y la ciencia romanas se ven gravemente dañadas y perjudicadas. Las grandes invasiones y las guerras contra normandos, húngaros y árabes sumen al continente en una situación de precariedad social. Las plagas, la pobreza, el hambre y las guerras de la época parecen anunciar el fin del mundo, justificando el terror milenario que el hombre medieval siente en las últimas décadas del siglo X. Tras el cambio de milenio, vuelve a aparecer el optimismo. No sólo la vida continúa, sino que mejoran las técnicas productivas y agrícolas, se inventa la herradura, el arado con ruedas y vertederas y se empieza a usar la fuerza hidráluca para mover los molinos. 
     El empuje necesario para el resurgir del continente lo constituye la unificación y exaltación espiritual de Europa bajo la bandera de la fe y el ideal de un imperio cristiano. La intensidad religiosa de la época permite unir estados y territorios que en los planos político y geográfico se encuentran muy alejados.  
      

          LAS PEREGRINACIONES

         Los monasterios adquieren mucha importancia en el siglo Xi y el hecho de que muchos de ellos guarden reliquias de santos les convierte en centros de afluencia propiciada por los monjes, estimulados por las ventajas económicas que tenían cuanta más gente los visitara. La peregrinación a las ciudades santas, Jerusalén, Roma y Santiago, se consideraba una expresión de fe. Así a lo largo de los caminos surgen edificios para el culto relacionados por una serie de rasgos comunes.

 
            

            EL FEUDALISMO

       Como manifestación artística de la sociedad feudal se ha considerado que el Románico no fue simplemente un arte monástico, sino también aristocrático, como expresión de la superioridad social de los dos estamentos que culminan la pirámide social: el clero y la nobleza.  No se construyen edificios tan inmensos para que los fieles se reúnan a rezar o para que los campesinos convivan con los señores en el castillo, sino para resaltar la superioridad social de quienes podían permitirse el despilfarrar tanto dinero en tales construcciones. Esta visión del mundo desde arriba se relaciona con una escala de valores que impregna la vida de los estamentos. Para la nobleza que iba a las Cruzadas, Cristo es el héroe y en el Crucifijo no puede aparecer más que siendo triunfador; al igual que la Virgen es la Señora entronizada. La sensibilidad del feudalismo no permanece ajena al arte de la época. 

            ELEMENTOS ARQUITECTÓNICOS DEL ROMÁNICO

         
 

           Desde el punto de vista arquitectónico, el románico fue un esfuerzo continuo en contruir templos perdurables lo más grande posible, pero evitando su posible destrucción. Por eso, siguió un proceso evolutivo constante de perfeccionamiento y de resolución de problemas tectónicos en busca de la altura y la luz. El material empleado debía ser piedra fundamentalmente y otra de las condiciones ideales era que el templo debía estar abovedado para dar mayor relevancia simbólica al edificio y para evitar los incendios que los techos de madera sufrían con cierta frecuencia...



Así pues, los arquitectos románicos construyeron sus iglesias con grandes muros macizos de piedra que pudieran soportar los enormes pesos de las bóvedas. Los vanos, aunque se deseaban mucho por el simbolismo de la luz, fueron menos utilizados que en el gótico, pues suponían menor resistencia de los muros. El interior de los templos románicos se envuelven en una tamizada luz, siendo propia de lugares acogedores.


     



   La mentalidad colectiva de la época románica estaba conformada por una interpretación cristiana del mundo, repleta de valores feudales. En esta pintura se observa a Dios como el Ser Supremo juzgador y que ocupa la parte más alta de la pirámide feudal.




        
   La planta preferida es la de cruz latina, que integra diferentes ámbitos espaciales: 




     - Un cuerpo longitudinal orientado en sentido este-oeste, formado por una nave central y, a menudo, una o dos naves laterales a cada lado.

      - El transepto, una nave transversal que determina, en su intersección con la nave central, el crucero, punto central de los dos ejes principales cubierto por una cúpula que se orienta hacia el exterior en dorma de torre (cimborrio).

        - El presbiterio, el espacio reservado a los sacerdotes, ocupa la cabecera del templo en su extremo oriental. Las soluciones a las cabeceras de iglesias románicas son las de tres ábsides que corresponden a las tres naves (el central más amplio y alto) o la de un único ábside semicircular con capillas radiales y que contiene una nave que lo circunda: la girola. A menudo el presbiterio se alza sobre una cripta, capilla subterránea que tiene carácter funerario o de lugar de exposición y de adoración de reliquias. 
            
          - En la entrada del templo, se eleva un pórtico flanqueado por dos torres cuadradas, que significa la entrada a la Jerusalén Celestial, es decir, a la casa de Dios en la tierra, que es lo que se considera la Iglesia en la cultura románica. Es el lugar donde se concentra también la decoraci´no escultórica con un programa muy concreto.

            


            También son importantes las siguientes plantas románicas:


         -  Plantas de salón o basilicales: Está relacionada con antiguos edificios públicos romanos y sobre todo, con las primeras iglesias paleocristianas y prerrománicas. Se trata de iglesias longitudinales con 1, 3 ó 5 naves paralelas sin trasepto y normalmente finalizadas en cabecera de ábsides semicirculares escalonados.

 - Plantas circulares o poligonales

 Las iglesias de plantas circulares son menos frecuentes. Normalmente son templos al servicio de comunidades de órdenes militares que participan en las Cruzadas, como los templarios o los caballeros del Santo Sepulcro, por parecerse al templo de Salomón y al del Santo Sepulcro de Jerusalén.

       

  - Planta de cruz griega: Está formada por dos naves iguales que se cruzan perpendicularmente en el centro. Un ejemplo en España es la de Sant Pau del Camp en Barcelona, la Basílica de San Marcos en Venecia...


        

       

                  ARCO DE MEDIO PUNTO
  El arco más utilizado en la arquitectura es el arco de medio punto o semicircular. Se utiliza en la bóveda, en las arquerías de las naves, en las portadas y en los vanos o ventanas. El movimiento de traslación del arco genera la bóveda de cañón. El arco de medio punto es de sección rectangular, enriqueciéndolo en su superficie interior, intradós, con uno más estrecho; decorando sus ángulos con dos molduras (saliente con perfil uniforme) de sección semicircular.

      

            

La bóveda es un elemento constructivo semicilíndrico que soporta el pso de la cubierta, generalmente realizada en piedra. Podría decirse que se trata de una sucesión de arcos de medio punto. La bóveda que más se usa en el románico es la bóveda de cañón, que se origina a partir de un arco de medio punto desplazado longitudinalmente por las impostas. Tiene forma de medio cilindro y ejerce mucha presión sobre los soportes, por lo que suele estar reforzado en el exterior con contrafuertes o estribos y en el interior con arcos "fajones".Con el uso de esta bóveda se resolvió el problema de los incendios, pero añadió otro para los constructores de templos y de monasterios: el arco de medio punto, empleado en la construcción, ejerce una gran presión o empuje sobre los muros, llegando a agrietarlos o derrumbarlos. Para solucionar este problema, los romanos recurrieron a diversos procedimientos, añadiendo a sus edificaciones los siguientes elementos:



  - Gruesos contrafuertes adosados al muro por el exterior
  - Entre dos arcos de medio punto colocaron otros arcos intermedios, adosados a la bóveda, llamados arcos fajones. 
   - Aristas transversales que se encontraban en un punto central. La bóveda se convierte en una sucesión de bóvedas de cañón que se intersectan. Por eso recibe el nombre de bóveda de arista.
   - Los pilares cruciformes son otro elemento de soporte característico del románico, con columnas adosadas en sus frentes, aunque también se emplearon columnas de fuste liso o estriado, con un diámetro desproporcionado con respecto a la altura. 
    - Los capiteles son el remate de pilares y columnas y están decorados con elementos vegetales, geométricos y figurativos. 
     - Muros robustos, gruesos y reforzados con contrafuertes para sostener el peso de las bóvedas.
      - El rosetón comienza a aparecer en los siglos XII y XIII, aunque es más propio y característico del gótico.


           


   Las pesadas bóvedas de piedra se sostienen por medio de gruesos muros reforzados exteriormente por contrafuertes, gruesos pilares y columnas. El pilar románico tiene la sección cuadrada o rectangular y en sus frentes se encuentran adosadas semicolumnas que recogen el peso de los arcos fajones y de los arcos formeros. Los primeros están volteados en sentido transversal al eje de la nave, y los segundos en sentido longitudinal. Exteriormente, los pilares se corresponden con los contrafuertes. La evolución del pilar tendió a la complejidad conforme se le iban añadiendo pilastras y columnas, dando lugar a pilares de sección cruciforme o poligonal. Los capiteles se utilizan como soporte para narrar pasajes bíblicos mediante relieves.


      CONTRAFUERTES


     El sistema de empujes y contrarrestos de las bóvedas, mediante columnas, pilares, contrafuertes... se convirtió en el principial problema ingeniero por resolver, porque en muchas ocasiones se produjeron derrumbamientos a lo largo de la historia.

    
   La columna y el pilar son los elementos arquitectónicos esenciales para recibir el peso de las estructuras superiores (arcos y bóvedas). La columna está compuesta por basa, fuste y capitel.  El pilar o soporte prismático de sección cuadrada fue usado como soporte la mayoría de las veces, aunque adoptó diferentes modalidades. La más frecuente fue la de pilar cruciforme (sección de cruz griega) o el pilar cruciforme con semicolumnas para recoger los arcos y sus dobladuras.  



               LAS PUERTAS Y VENTANAS



       - Las puertas románicas están compuestas por un conjunto de arcos redondos concéntricos que van en degradación apoyándose en sendas columnitas, dando lugar a un arco abocinado. 


     - Las ventanas: Generalmente se abren hacia la fachada y hacia el ábside. Poseen más altura que anchura, y en la parte superior forman, al igual que en las puertas, un arco doble apoyado sobre columnas pequeñas. Posee vidrieras incorporadas que son usadas para cerrar las ventanas y algunas poseen celosía de piedra perforada, yeso cristalino, láminas de alabastro..., y otras sólo disponen de telas blancas impregnadas con trementinas. Estas últimas son comunes en iglesias pobres.

       
     


       EDIFICIOS ROMÁNICOS EN ITALIA

   En Italia ha sido muy importante a lo largo de la historia el desarrollo del "Primer Románico", teniendo mucha importancia también en la parte de Cataluña y Aragón. En este país están presentes las ruinas de los monumentos arqutectónicos del mundo clásico, otorgándole al románico italiano una evidente originalidad. Además, también destaca la perspectiva longitudinal de las primeras basílicas paleocristianas, divididas por columnas en tres o cinco naves: es una tradición que resurge. Guarda grandes diferencias estéticas con respecto a las formas del románico característico de gran parte de España y Francia. Por ejemplo, en el Sur de Italia se observa claramente la influencia del arte normando y bizantino y, sin embargo, el Norte- Lombardía y Toscana- ofrece ciertos rasgos formales generales:



      - Galerías de arcos vivos, frente a los arcos ciegos, tapiados, franceses.
      - Importancia de la columna, como elemento decorativo en las fachadas o como elemento sustentante en los interiores, donde sustituye a los gruesos pilares característicos del estilo.
      - Sustitución de la escultura como elemento decorativo por el color, utilizando la mayoría de las veces mármoles de variado cromatismo. 
       - Separación del batisterio y campanile, como dos construcciones independientes
       - Reviviscencia en las fachadas de elementos clásicos más o menos transformados:  En Parma y Módena son frecuentes los porches con columnas que se apoyan sobre leones, a la manera de los antiguos pórticos, y en toda la Lombardía y la Toscana el remate de la fachada en un tejadillo a dos vertientes se parece a la parte superior de los frontones.   
          El creador del Primer Románico fue Puig i Cadafalch, desarrollándose como un arte precursor al Románico o como una primera fase de este. Esta primera representación o demostración artística del arte arquitectónico no se desarrolla por igual en toda Europa. Surge en Borgoña, pero su foco principal es la Lombardia, al norte de Italia. En este estilo se conserva una gran influencia del mundo romano y sus características principales son:


               -  Tendencia al abovedamiento completo, pero en Lombardía esto no se dará hasta la mitad del siglo XI.
                 - Léxico ornamental que se basa en el juego de bandas y arquillos en el exterior para crear un sentido de verticalidad.

                 -  Al ser el primer período, poco a poco van surgiendo elementos del Románico Pleno.
                 - Edificios muy humildes con las cubiertas de madera y que no se abovedan  hasta la 2ª mitad el siglo XI.
                  -  Torres campanarios de planta cuadrangular logrando una gran esbeltez y altura. Se abren vanos que van aumentando la luz según van ascendiendo para aligerar el peso de lo pisos inferiores. 


       El conjunto de construcciones más impresionante es el de Pisa, decordado con galerías de arcos y mármoles, en el que BOSCHETTO consiguió, al reforzar el grosor de una de las paredes del campanile, mantener el equilibrio de la construcción tras haber cedido el suelo. Pero, aunque la torre de Pisa, junto con la catedral y el baptisterio, terminado ya en estilo gótico, es la muestra más original del románico italiano, puede considerarse a la iglesia florentina de San Miniato , donde todos los efectos decorativos, incluyendo la galería de arcos, pertenecen a este estilo.





        

                   EDIFICIOS IMPORTANTES DE LA LOMBARDÍA

            

         San Vincenzo in Prato: Se construyó en el siglo IX y se volvió a reconstruir con ladrillo en el XI. Dispone de una galería en torno al ábside central, la galería enana, que será muy importante y se dará sobre todo en las cabeceras de los edificios. Tenía cubierta de madera.


    
        San Vincenzo de Galliano:

    Es una iglesia sencilla, decorada con bandas y arquillos y se encuentran construidos con sillarejo tanto la iglesia como el baptisterio. Además, tiene un ábside semicircular sobre una cripta.


         Santa María la Mayor de Lomello


        Esta basílica está construida en tres naves de ladrillo. Contaba con vanos gracias a que tenía cubierta de madera y las naves laterales estaban cubiertas por bóveda de arista. Se encuentra decorada con arcos y bandas y tiene un baptisterio situado en un lateral, que es de planta poligonal y con absidiolos.

       


                       
      San Ambrosio de Milán


       Se construyó sobre una basílica anterior a principios del siglo XI y de esa basílica antigua sólo se conserva la Torre de los Monjes, que se adosó a la iglesia más tarde. Lo primero que se construyó fue la cabecera. La organización interior de este timplo es muy característico del paleocristiano. Dispone de un atrio con columnas muy clásicas y hay nichos muy profundos que más tarde se convertirán en la galería. El material que se ha empleado para construirlo es el ladrillo y su decoración es a base de bandas y arquillos, como la mayoría de
 ellas. La cubierta se cubrió en la segunda mitad del siglo XI con tramos de bóveda de arista reforzada. El presbiterio está elevado, lo que indica la existencia de una cripta.


    Abadía de Pomposa: 

   Abadía cluniacense. Su iglesia tenía tres naves divididas por columnas muy clásicas. La nave central tenía cubierta de madera y el presbiterio se encontraba sobre la cripta. En el atrio que precedía la iglesia se observa la policromía de ladrillos de distintas tonalidades; así como la reutilización de materiales de otros edificios antiguos.

      Tiene una torre que sobresale y que se divide en otras partes, con vanos que aumentan conforme la altura es mayor. Está también decorada con bandas y arquillos, como la gran mayoría de este tipo de edificios de Italia. 



       Basílica San Miguel de Pavía

              Esta basílica es diferente de las demás porque en ella se utiliza como material la piedra de arenisca en su estructura; así como en los detalles decorativos, mientras que en todas las demás se suele usar barro cocido. Su planta es de cruz latina. La nave transversal de la basílica tiene su propia fachada y destaca su bóveda de cañón, ya que es distinta de las demás bóvedas de la iglesia, que son de crucería. En realidad, es una iglesia con influencia de dos movimientos artísticos, desencadenando una innovación para la época en que se construyó.
        Entre el cruce de la nave y el transepto se puede encontrar una cúpula octogonal que no es simétrica y que se apoya sobre penachos de tipo lombardo. Su fachada se encuentra adornada con diversas esculturas de tema sacro y profano y el material utilizado es arenisca. El muro del exterior de la basílica es especialmente sólido al encontrarse reforzado por contrafuertes que soportan la presión que ejerce la bóveda. 


          Catedral de Parma

         Es una catedral que se tuvo que reconstruir práctimante entera tras el terremoto de 1117. Su planta es cruciforme, con los brazos rematados en ábside. Forma un conjunto en el que la catedral está separada de la torre y del baptisterio. La fachada se basa en el modelo de Pavía, pero en esta aparecen más galerías. Sin embargo, no hay contrafuertes que marquen verticalidad. La fachada tiene tres portadas, la central está protegida por un pequeño pórtico con dos columnas de apoyo y la torre tiene una zona superior gótica. El baptisterio también tiene elmentos góticos. Se organiza en pisos que rompen con la verticalidad y forman galería adinteladas muy clásicas. Sus contrafuertes ayudan a crear cierto ritmo. Todo el interior de la catedral está decorado con pinturas que narran la vida de Cristo y que se refieren al bautismo. La cubierta es una cúpula nervada con decoración pictórica. 
       


        

              San Zenón de Verona

       Esta basílica está recubierta con mármol bicolor en su exterior, mostrando su relación con la Toscana. Tiene distintas naves, una única portada con un pórtico encima y un rosetón gótico. Hay contrafuertes que marcan la verticalidad y las laterales tienen bóvedas de aristas. La cabecera es gótica y la articulación del muro es muy pobre, pues tiene un piso de arcadas y otro de ventanas en la parte superior. 
 
         
              Catedral de Módena

        La iglesia estaba proyectada como una basílica de tres naves y ábsides y la planta se encuentra en relación con iglesias de la Toscana. En su interior hay cuatro grandes tramos cubiertos con bóvedas capialzadas y con arcos geminados. Las naves laterales están cubiertas por bóvedas de aristas y entre las naves y las tribunas no hay techo. El muro está dividido en tres pisos: arcadas, falsa tribuna y ventanas.

         


                                     ROMÁNICO DEL VÉNETO

                                                   San Marcos de Venecia



Es una iglesia que tiene gran influencia bizantina y algunos elementos románicos. Su planta es de cruz latina y está cubierta por cúpulas sobre pechinas soportadas por grandes pilares horadados. Fue comenzada en 1066.


                  Santa María y San Donato de Venecia

                    
          Es una construcción bastante más antigua, y que se rehace intentando imitar a San Marcos. En su fachada tiene galerías y un campanario, pero tiene menos ritmo al no existir división en cuerpos tan marcada.

          
          San Antonio de Parma: Su modelo a seguir es San Marcos de Venecia. Es del siglo XII. Está realizada con piedra y ladrillo y se juega con la policromía de los dos materiales combinados. Su planta es de cruz latina con dos tramos en la nave principal y está cubierta por cúpulas. Tiene dos torres junto a la cabecera y dispone de una "fachada pantalla" con galerías y el pórtico sobre la portada principal.

       

          
                San Clemente de Roma: Es paleocristiana y se realiza a partir del primer tercio del siglo XII. No tiene una división clara en tramos y en ella hay columnas estriadas con capiteles jónicos que están separadas por pilares de corte muy clásico... Sus cubiertas son de madera y tiene pocas ventanas. En el prebisterio, hay un coro pétreo para el obispo. Para enriquecer la iglesia y los cautros, se disponen mosaicos en composiciones geométricas con carácter clásico.





La catedral románica
   
                 ESCULTURA ROMÁNICA

        La escultura se subordina a la arquitectura y sigue los mismos planteamientos, teniendo en cuenta la Ley del Marco y la Ley del Esquema Geométrico.
         La Ley del Marco obliga al escultor románico a adaptar sus figuras al marco arquitectónico que las soporta. Esta ley es muy evidente en los esculturas de los tímpanos, pues debido a su forma circular obliga a los personajes a adoptar diferentes alturas o a inclinar y agachar sus cuerpos para no interrumpir la armonía del trazado semicircular. 

          La Ley del Esquema Geométrico exige al escultor  que las figuras de su escultura han de tener una lógica geométrica intrínseca, como por ejemplo que guarden simetría, formen figuras parecidas a cuadrados, círculos, cruces... sin importar que este "forzamiento" distorsione la realidad de animales o personas talladas. Por eso encontramos animales o personajes achaparrados o de altura excesiva, a menudo realizando movimientos imposibles y con prespectivas absurdas. Nada de esto les quita belleza si intentamos situarnos en la época en la que se realizaron, y por tanto, nos olvidamos durante un momento de nuestra manera de pensar positivista.

     La escultura románica está profundamente ligada a la Iglesia, donde ayuda a crear una determinada atmósfera. Sus obras tienen una función de lenguaje, de ilustración en una época en la que los fieles analfabetos leen las historias sagradas en los relieves, circunstancia que convierte a las iglesias en verdaderas biblias de piedra. Como he comentado, su objetivo es enseñar a los fieles el camino de la salvación y por ello aparecen en los relieves románicos numerosas figuras identificadas con el pecado. Pero las figuras son rígidas, se doblan y se vuelven con dificultad, lo que crea ANTINATURALISMO y la desconexión de lo representado con cualquier modelo real. Por eso las escenas se perciben como composiciones yuxtapuestas, sin relación ni formación de grupos.
   



   Eva de Autun (Uno de los raros desnudos románicos. Es la figura "más femenina y sugestiva" de esta época)


El modelado recuerda los períodos arcaicos de otras culturas:




- Mejillas sin blandura
- Labios sólo delineados
- Posturas hieráticas
- Carencia de expresión de los rostros
- Falta de volumen
Estas limitaciones se asimilan al lenguaje rudo de una época que ha olvidado el culto de la forma bella clásica, es decir, no pretende como otros estilos anteriores y posteriores copiar fielmente la naturaleza circundante, sino conceptuar la belleza de una manera abstracta y racional. En este sentido, el arte debe rechazar la representación de la naturaleza tal y como se percibe por nuestros sentidos. Se exige extraer las verdades ocultas y el orden lógico que se esconden tras las formas físicas.

 
   Las figuras tienen una tremenda espiritualidad y la anatomía queda reservada a un segundo plano, al dominar los ropajes el cuerpo. Aun así, este estilo alcanzará una significativa evolución que dará lugar al naturalismo gótico.             

- Predomina el relieve. Las formas ocupan las zonas o campos que la arquitectura destina o deja libres para estos menesteres y que dan un sentido general al conjunto arquitectónico. Las zonas o campos del relieve serán principalmente las fachadas de las iglesias y los capiteles de los claustros.

        TEMAS ESCULTÓRICOS

    Van ligados al simbolismo del templo:

   - Teofanía (la manifestación de Dios que nos ofrece la salvación a través de la revelación de la verdad efectuada por Jesús y que se concreta en los textos bíblicos en general y en los Evangelios) 
 Perteneciente a la catedral de Santiago---------




Dios rígido, en acto de juzgar, envuelto en una especie de curva cerrada en forma de almendra, la mandorla, que simboliza su divinidad y acompañado del tetramorfo (tres 
animales y un hombre), que aperecen en el Apocalipsis y que se ha asociado a los cuatro evangelistas.

    Los capiteles tienen casi siempre la misma forma: la parte superior es un paralelepípedo poco alto y la parte inferior es en forma de tronco de pirámide invertida. Normalmente, el motivo de cada capitel es diferente. Hay capiteles historiados, es decir, narrativos, que explican o recuerdan escenas de la Biblia o de los Evangelios; de tema abstracto; de tema vegetal (fitomórficos); de tema animalo fantásticos (zoomórficos). Este bestiario fantástico se apodera del mundo románico, y procede del grecorromano, el bizantino y el persa. El románico utiliza esta estética pagana convirtiendo a los animales  en portadores de virtudes o perversiones, por lo que su aparición en capiteles, canecillos, tímpanos... es reinventada y usada para enseñar y advertir. Es creado por combinación de partes de animales diferentes, y su estaba llega a ser atroz en algunas ocasiones, reforzándose con la representación en dichas esculturas de hombres indefensos que aparecen luchando, con el objetivo de conmover y renegar del pecado. 


        Normalmente, suelen representarse aves , al compararse con el alma, ya que pueden ascender y alejarse de lo terrenal en busca del Cielo.

           El león o el águila suelen representar valores positivos, y al propio Cristo por su fuerza y nobleza. Muchas veces aparecen leones, águilas y grifos  en las enjutas de las portadas, como guardianes del templo. La cigüeña, es otra de las aves especialmente representadas, por su carácter de ave de buen agüero, y por ser monógama, comer serpientes aparece a menudo con una serpiente en su pico.

           El mono es una caricatura grotesca del hombre, la serpiente, símbolo por antonomasia del pecado y del demonio, la liebre y el conejo están asociados con la lujuria por su fertilidad, el jabalí y el cerdo, por ser los lujuriosos, sucios y perezosos, los dragones son los mayores enemigos de Dios y el hombre. El dragón románico es una ave con cabeza perruna de grandes ojos y cuencas profundas, con orejas puntiagudas y alargadas fauces amenazantes. Su cola es de serpiente y a veces muesta pezuñas en lugar de patas de ave. 


   Las arpías son representadas con cuerpo de rapaz, busto femenino normalmente y con cola de serpiente. La sirena con cuerpo femenino y cola de pez, ambas manifestando la seducción y atrapamiento por los placeres carnales. Los basiliscos, con cabeza monstruosa, cresta de gallo y cuerpo y cola de serpiente son los encargados de transportar las almas de los condenados al infierno.

         Los centauros, cabeza y tronco humanos, y resto de caballo, simbolizan la brutalidad y lujuria y se les representa con arco y flecha disparando a sirenas. 


          A lo largo de dos siglos, la escultura no deja de evolucionar. En el primer románico los frisos son copia de obras en marfil, metal, telas... con figuras encuadradas en un marco rectangular y sin función arquitectónica. En su momento clásico, la figura ya está concebida para un lugar determinado y definida por su marco arquitectónico, lo que obliga a variar de canon en los conjuntos y a imprimir movimiento. En la última época, la riqueza en pliegues dinámicos y el bulbo redondo muestran el olvido de la función arquitectónica y la búsqueda de efectos pintorescos o anecdóticos. Los aspectos que cambian son las vestimentas, en el volumen y en las expresiones.



                                        LA PINTURA ROMÁNICA


   La pintura románica se da entre los siglos XI y XIII. Presenta una gran unidad y tiene sus orígenes y  antecedentes en la pintura bizantina de los siglos XI y XII  que aportan la disposici´no de los frescos en el interior de las iglesias y los caracteres iconográficos de las repsentaciones, pero también en la tradición clásica occidental. La pintura románica se caracteriza por atender más a la función decorativa que al naturalismo, existiendo, además una gran tendencia a la esquematización, loq eu hace que el paisaje se reduzca al mínimo. Mantiene la ausencia de la perspectiva y la actitud antinaturalista de etapas anteriores. Se situaba preferentemente en el interior de las iglesias, en lugares concretos: el ábside, el arco triunfal o los muros laterales. 

      El ábside  era el espacio más importante donde se situaba la pintura mural. Su estructura arquitectónica presenta tres zonas bien delimitadas: 
    - El cuarto de esfera superior
  -El semicilindro intermedio, donde se disponen las ventanas. 
    - La parte inferior del cilindro

         

        La téncia de la pintura románica mural o al fresco y Características estéticas

         La pintura mural cubría los muros de los templos y para su preparación la pintura se diluía en agua de cal a base de pigmentos coloreados. Primero, se debía añadir una capa de yeso o estuco, y estando todavía húmedo, se aplicaba sobre la superficie mural la mezcla de pintura que se había preparado. Al secarse, todo adquiría gran dureza y resistencia. Es una pintura bidimensional, sometida a un soporte quedeterminado por la arquitectura. Su soporte será el espacio y la forma adoptada por los muros. 


  - El fondo es liso, por lo que la figura centra toda la atención del artista. 
  - El dibujo y los colores planos se yuxtaponen para crear intensos contrastes cromáticos. Para delinear el contorno de la figura utilizan gruesas líneas de color negro o rojo, mientras que la forma de los rostros se consigue mediante manchas rojas redondeadas en mejillas, barba y frente.   
  - Sigue las reglas del "marco arquitectónico y esquema geométrico". Las figuras son planas, alargadas y sin perspectiva. Se dibujaban según ejes verticales y horizontales de simetría.  La línea es el elemento predominante, dibujando las figuras y definiendo las zonas donde se aplicarán los colores. Los personajes adoptan diferentes tamaños en función de su importancia. Los ojos y las manos adquieren una dimensión desproporcionada, pues son las partes de la anatomía más expresivas.

   - Los colores que se utilizan son intensos y brillantes:  color blanco de la cal, el negro del hollín, el rojo, naranja y pigmentos como el ocre amarillo, verde, azul... y se disponen en franjas contiguas de colores muy contrastadas entre sí. Estos serán tratados como tonos fuertes, ya que las pinturas se verán con poca luz.


 -  Destaca la miniatura, realizada por gente letrada. Su objetivo era decorar libros para la gente que sabía leer.
 


        TEMAS DE LA PINTURA ROMÁNICA

     - El Apocalipsis: Se debe a la mentalidad de la época, muy influenciada por el fin del primer milenio, con el que se asociaba el fin del mundo y el Juicio Final.

       - Tetramorfos: Representa a los cuatro evangelistas acompañados de sus símbolos, aunque a veces estos aparecen solos: toro (San Lucas), león (San Marcos), águila (San Juan) y ángel (San Mateo). Este tema iconográfico se seguirá utilizando en el gótico. 

      El Cristo de Tahull, a la izquierda, demuestra cómo el arte románico buscó la trascendencia simbólica a través del orden lógico y geométrico de su arte.  

                                                         PINTURA EN TABLA
                                           



       La pintura románica sobre tabla se desarrolló especialmente en Cataluña. Decoraba sobre todo frontales de altares y pequeños retablos. A diferencia de la pintura mural al fresco, se utilizaba la técnica del temple.  

Es una técnica pictórica que consiste en disolver el pigmento en agua y templarlo o engrosarlo con huevo, caseína, goma o una solución de glicerina.  Es la técnica pictórica más antigua que se conoce y fueron utilizadas en el antiguo Egipto, en Babilonia, en el período micénico de Grecia y posteriormente se extendió por Europa alcanzando su punto culminante en Italia. 

       En primer lugar, se rellenaban las fisuras con una mezcla de cola y serrín. A continuación se cubría la tabla con un lienzo fino, que se sujetaba con la cola o apresto y se revestía toda la superficie con un yeso espeso, el gesso grasso, para aplicar finalmente con la brocha una capa más fina denominada "gesso sottile", que constituía la superficie pictórica. Esta era muy absorbente, lo que obligaba al pintor a trabajar con gran rapidez y seguridad.


El resultrado era una superficie de gran suavidad, aunque la gama de colores estaba limitada.  Las pinturas al óleo empezaron a sustituir al temple en el siglo XV.
 Las pinturas al temple son opacas y mates, y mantienen el color inalterable durante mucho tiempo.
  Su iconografía es claramente religiosa, como la pintura mural, y la estética sigue basándose en el hieratismo simbólico románico.








                                                                                               Pintura de Santa María de Avià







                                                                                             
                                                                                            
        

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