domingo, 28 de febrero de 2010

LA ILUSIÓN DE UN VIAJE

       Os presento una selección de fotos sobre el gran viaje que estamos preparando y con ellas nos daremos cuenta de cómo en muchas ocasiones pueden llegarse a cumplir nuestros sueños. 
            Espero que os guste.


viernes, 26 de febrero de 2010

EL RENACIMIENTO ITALIANO Y SU DIFUSIÓN EUROPEA

                     FLORENCIA, LA CIUDAD DEL RENACIMIENTO



                             
       A lo largo del siglo XV en la Corte papl de Roma y en diferentes ciudades italianas gobernadas por familias nobiliariras, la Florencia de los Médicis sobre todo, pero también Venecia, Bolonia, Parma, Ferrara, Vicenza, surgieron manifestaciones artísticas que tenían sus modelos en la Grecia y Roma antiguas. El estilo que reinaba en los siglos XVyu XVI, que desde Italia se difundiría por toda Europa, se denominó Renacimiento, porque se entendía como un arecuperación del arte clásico. Fue una edad esplendorosa. Miguel Ángel,l Leonardo da Vinci, Rafael, Tiziano, Brunelleschi, Donatello, Durero, se dieron cita  en este tiempo de furia creadora.



       Por primera vez desde la Antigüedad, el ser humano se siente el centro del Universo y recamará un lenguaje a su medida.. En el Renacimiento será el hombre quien domine al edificio gracias a sus proporciones creadas por artistas que razonan según métodos y procesos humanos. El equilibrio entre las dimensiones de la planta y la altura responde a una exigencia humana según la cual no deben preponderar ls dimensiones verticales sobre las horizontales.

        El pintor y arquitecto italiano más importante del siglo XIV es GIOTTO. Giotto di Bondone nació en Colle di Vespignano en torno a 1267, al norte de Florencia. Era hijo de un campesino y durante su infancia fue pastor. Fue discípulo del pintor florentino Cimabue, que era el artista más conocido de la época. Sus biógrafos relatan que muchas veces cuando Giotto cuidaba de sus ovejas, dedicaba parte de su tiempo a dibujarlas. Un día, Cimabue pasó por allí y quedó tan impresionado con el talento natural de Giotto que decidió llevárselo con él para ejercitarlo en el arte de la pintura. Así que sus primeros años de aprendizaje transcurrieron en el taller de Cimabue,  y pronto comenzó a recibir sus propios encargos, la mayoría trabajos religiosos. De hecho, las primeras obras que se le atribuyen son dos series de frescos en la Basílica de San Francisco de Asís. La orden franciscana quería rendir homenaje con su iglesia al santo fundador. En el primer ciclo, en la parte alta de las paredes del templo desarrolla tems bíblicos, y en la parte inferior de los muros, escenas de la vida de San 

Francisco de Asís. Se tratan de veintiocho episodios de la vida del santo, escenas de su vocación, sus milagros y predicaciones, sus retiros de penitencia, las relaciones con sus compañeros, su muerte y sus milagros. En todas ellas, las figuras expresan la agitación espiritual que les produce la presencia de la santidad de San Francisco.


                                    El dolor de Clara y de las hermanas de San Damián
           Giotto crea escenas verosímiles donde las figuras se insertan de fomra natural a través de arquitecturas o de un paisaje abierto, en el lugar donde transcurren los acontecimientos narrados, individualizando además a los personajes con características y rasgos propios, como por ejemplo "El Milagro de la Fuente".
        
   El arte de Giotto fue extremadamente innovador. Representó a la figura humana con líneas amplias y redondeadas, en perspectiva y abandonó la figura plana y bidimensional de los estilos gótico y bizantino. La dotó de volumen, peso y naturalismo, lo que indica una mayor preocupación or el naturalismo.

    Su manera de representar el espacio de manera realista, supone una gran evolución en la historia de la pintura y hace que se le considere como  a uno de los primeros artistas que contribuyen a la creación del Renacimiento italiano. Sus obras fueron el punto de inflexión entre el arte bizantino de la Baja Edad Media y el realista y humanista que floreció en el Renacimiento. 

      Sus composiciones son de profunda emotividad, capta personajes en crisis, bajo presión o tomando gravísimas decisiones espirituales. Viajó por casi toda Italia y fue solicitado por los personajes más poderosos del momento: príncipes, altos dignatarios eclesiásticos, mercaderes, banqueros y comerciantes. 

      El punto culminante de su madurez artística lo constituyen los frescos para la Capilla de los Scrovegni en Papua. Al edificio también se le ha llamado Capilla de la Arena, ya que está construido sobre las ruinas de un anfiteatro.

 Los frescos que cubren por completo la única nave de la capilla, muestran representaciones del Juicio Final, la Anunciación, escenas de la Virgen y sus padres y de la vida de Cristo. En el fresco del Juicio Final, sitúa la enorme figura de Dios en el centro de la composición y compara las imágenes de los condenados con las de los bienaventurados. Giotto pintó por debajo de las escenas de la vida de Cristo, catorce alegorías de Vicios y virtudes. Los vicios están en relación con la parte izquierda de la pintura del Juicio Final, donde se representa a los pecadores condenados al infierno, y las Virtudes con la parte derecha, en la que aparecen los bienaventurados. El mensaje que quiere transmitirnos es que los vicios conducen al infierno y las virtudes a la salvación. En El Beso de Judas, Giotto centra la emoción de toda la escena en torno a la imagen centra, donde se encuentran el traidor y el traicionado. Los rostros cobran gran importancia, ya que a través de la expresión facial de los personajes expresa la emoción humana.
     
      
      La Madonna de Ognissanti, también llamada Virgen Entronizada, se caracteriza por su gran humanidad.
     
       El último encargo que recibió, hacia 1334, fue la dirección de los trabajos de la catedral de Florencia y de las obras urbanísticas de la ciudad. En esta última etapa de su vida, Giotto diseñó el famoso campanile de la catedral pero no pudo verlo terminado, ya que falleció el 8 de enero de 1337.

    

jueves, 25 de febrero de 2010

COSME DE MÉDICI


                                    


Es el duque de Florencia y primer gran duque de Toscana. Fue hijo del llamado Juan de las Bandas Negras. Su poder, amenazado por los intentos de restaurar la república de los Strozzi, fue mantenido por la fuerza. El emperador Carlos V le impuso la presencia de guarniciones españolas en sus dominios. Centraizó el poder político y económico, e intentó convertir a Florencia en el centro comercial más importante de la Península Itálica. Mandó construir la galería de los Uffizi e hizo del palacio Pitti una pinacoteca. Con la conquista de Siena (1559) consiguió dominar toda la Toscana.
      En el siglo XV, la familia de los Medici se convirtió en una de las dinastías más poderosas de Europa. Utilizando su encanto, mecenazgo, destrezas, hipocresía e implacabilidad, amasarían una riqueza y un poder sin precedentes en la historia. Utilizarían este poder para impulsar la revolución artística cultural más importante de la historia occidental: el Renacimiento. Da Vinci, Miguel Ángel, Botticelli y Galileo, todos ellos recibieron la influencia de los Medici. Pero el cambio que los Medici estaban impulsando toparía algún día con su mundo ordenado. Un drama épico interpretado en juzgados, catedrales y palacios, los Medici, es tanto la historia de la ambición de una familia poderosa como de la tortuosa lucha por surgir de la alta Edad Media.  Cosme de Médici y su padre crearon el negocio bancario más grande del mundo, entre cuyos "clientes" se encontraban papas y príncipes. Burlándose de sus rivales políticos y estableciendo a su familia en el corazón de la República de Florencia, Cosme utiliza su enorme riqueza para recorrer el continente en busca de antigüedades, respirando aires nuevos en el estudio del pasado. A medida que crece el poder de Cosme, su amigo Brunellechi construye una gran cúpula sobre la catedral de Florencia. Se convertirá en el mayor legado de la arquitectura occidental desde tiempos remotos. Donatello y Lippi crean obras originales para la familia de los Medici y en Florencia lleva a cabo una fiesta religiosa, creando una explosión de aprendizaje clásico y pensamiento creativo. Florencia florece como una nueva Roma. Cuando Cosme florece la república florentina lo declara PADRE DE LA NACIÓN. 
      El nieto de Cosme, Lorenzo, se convierte en una fuerza clave para el Renacimiento a pesar de los ataques de sus enemigos, incluyendo el Papa. Cuando su hermano es asesinado, sus partidarios se vengan de forma inmediata de aquellos que están en contra de la familia de los Medici. Con su refuerzo en el poder, Lorenzo se entrega a la revolución creativa concebida por su abuelo. Algunos de los genios más importantes, que el mundo jamás ha conocido florecen bajo el poder de Lorenzo, como Miguel Ángel, Botticelli, Leonardo Da Vinci, entre otros. Florencia se declara capital cultural del mundo. Pero aparece un contragolpe: Un joven monje llamado Savonarola carga públicamente contra la decadencia y maldad de la ciudad. Cuando Lorenzo muere en 1942, su familia es conducida fuera de la ciudad y Savonarola lleva a Florencia hacia la furia de la purificación fundamentalista. 

     Después de años de caos, otro Cosme de Medici, un pariente lejano de la línea de los Medici originales, es nombrado Duque de Florencia por el consejo de la ciudad. Pero este Cosme pronto abolirá los antiguos sistemas de gobierno, tomando el control directo de la ciudad. Para proteger su nueva administración, paga a Giorgio Vasari para diseñar los famosos Uffizi –oficinas para la familia de los Medici. Vasari también escribe un libro, “Vidas de los artistas”. Es el primer intento de cristalizar la idea del Renacimiento –y ensalzar en el fondo, el genio de los artistas. Después de la muerte de Cosme, un joven científico, Galileo Galilei, se convierte en el tutor privado de varias generaciones de los hijos de los Medici. Apoyado por la familia, Galileo ejerce sus estudios científicos, mejorando el nuevo invento del telescopio y contribuyendo a efectuar un cambio en el nacimiento de la astronomía moderna. Pero sus descubrimientos cuestionan la doctrina católica y es citado a comparecer ante la Inquisición en Roma. Bajo presión, los Medici retiran su apoyo a Galileo y éste abandona la enseñanza. Poco dispuestos a enfrentarse a la Iglesia, los Medici cambian la revolución cultural que ellos contribuyeron a crear y se convierten en acérrimos defensores del “status quo”. Sin embargo, la llama de la libertad que los Medici ayudaron a encender continuará ardiendo, cambiando el mundo para siempre.

 

FILIPPO BRUNELLESCHI Y LOS GRANDES MOMENTOS DEL ARTE

Filippo Brunelleschi fue el arquitecto más importante del siglo XV en Italia y la raíz de la arquitectura renacentista. Fue un artista muy prolífico que desarrolló sus diferentes obras de arte en Florencia. Como otros genios del Renacimiento, Brunelleschi practicó otras artes coo la escultura, pero debido a su fracaso, terminó dedicándose a la arquitectura. Nació en Florencia en 1379. Su padre era notario y obsrvando el talento de los iños para todo tipo de mecfanismos, lo colocó en el gremio de los orfebres. Filippo se convirtió rápidamente en un obrero calificado y se perfeccionó en el conocimiento de la escultura la perspectiva y la geometría. En el plano de la arquitectura investigó los viejos edificios el clasicismo romano levantando planos, plantas y alzados, obsesionado por representar la arquitectura tridimensional. En 1401, fue uno de los competidores para e diseño de las puertas del Baptisterio de San Giovanni. Pero fracasó...Había incumplido las condiciones del concurso que eran muy severas y de antemano ponían una cadena al artista en cuanto al tema y a la forma. El asunto era el SACRIFICIO DE ISAAC.  
 

La escena ofrecía al artista un cúmulo de posibilidades: hombres y animales, una aparición celeste, movimiento de los cuerpos y expresión espiritual, reposo y animación, un plano superior y otro inferior, un plano anterior y otro posterior. Para que no desentonara con la puerta de Andrea Pisano, fue fijado el marco de los recuadros en la forma intrincada de un cuadrifolio gótico formado por un rombo vertical co cuatro semicírculos en los lados. Como técnica se señaló la del bronce fundido. Todo esto significaba ventaa para Ghiberti, quien era orfebre, y desventaja para Brunelleschi, que era escultor y arquitecto. Ghiberti consiguió obtener el relieve de bronce en una sola fusión, mientras que Brunelleschi tuvo que fundirlas por separado o sujetarlas después sobre la chapa de metal. La historia del Sacrificio de Isaac contiene una escena principal y otra secundaria, por lo que ambas han de estar claramente separadas. Ghiberti encontró la soluci´çon formal para este problema de cotenido en un afaja de rocas que atraviesa diagonalmente y en forma de  invertida la superfcie encuadrada, mientras que Brunelleschi sitúa la línea divisoria horizontalmente, en la mitad. Lo que está situado encima aparece como en un primer plano, lo que está debajo, como en un plano posterior. Como Brunelleschi no quiso disminuir las figuras según la perspectiva, todo ello aparece como si el asno y los sirvientes se agachase bajo el tablado de un escenario en el cual se representa la escena del sacrificio.

       
              Cuando fueron expuestos en público  los proyectos de las puertas, Brunelleschi fue a verlos con su amigo Donatello y consideró que el suyo era el más meritorio; pero el jurado no pensó así, porque adjudicó el premio a Ghiberti, cuyo panel era, en efecto, el mejor de todos, y el de Brunelleschi fue clasificado segundo. Ghiberti tenía entonces 24 años de edad y dedicó los mejores de su vida a llevar a cabo esta gigantesca obra, cuyas dos primeras puertas le costaron más de veinte años de trabajos y esfuerzos. Pero él supo encontrar horas libres para dedicarse a la realización de otras obras de escultura y orfebrería; colaboró, además, con Brunelleschi en los trabajos de la catedral, aunque no se mostró hábil arquitecto.


      Brunelleschi muy desanimado por lo ocurrido, partió hacia Roma donde estudió muy duro, decidido a hacer todo lo posiblo po rrevivir el estilo clásico que había muerto en Italia. Además, fue unjo de los prieros en aplicar lasleyes científicas de la perspectiva de su trabajo. En 1407, regresó a Florencia, justo enel momento en que se quería iniciar la construcción de la iglesia catedral de Santa María del Fiore. La construcción de la cúpula de la Catedral de Florencia, se puede considerar una de las más grandes obras de edificación del Renacimiento. Es la expresión más alta de una nueva actitud, que ponía al hombre y sus capacidades en el centro del mundo e individualizaba en la antigüedad clásica las premisas para el renacimiento de la cultura después de los siglos oscuros del Medievo. En menos de veinte años, en efecto, y a partir de la construcción de la cúpula de Brunelleschi, un restringido grupo de artistas, en una sola ciudad, Florencia, ponían en acto una de las revoluciones más importantes de la historia cultural no solo italiana. La figura de Brunelleschi estaba en sintonía con este mundo nuevo. Él encarnaba perfectamente la figura del hombre renacimental, libre, inteligente, seguro de la fuerza de sus ideas. Hijo de un pudiente notario florentino, había sido educado de modo liberal y ya desde muchacho se había interesado en escultura, mecánica, matemáticas. A él se le debe el estudio de la perspectiva linear que ya se había usado pero sin una referencia exacta de reglas. También fue el primero a introducir la figura del arquitecto proyectista y único, absoluto responsable de una obra: hay que pensar que, en el Medioevo, se erigían enteras catedrales sin un proyecto verdaderamente dicho, simplemente depositando toda la confianza en la experiencia de la colectividad.  


 Con lo cual, cuando, en 1418 Brunelleschi se adjudicó el concurso proclamado por Ópera del Duomo, para completar con una bóveda la iglesia de Santa Maria del Fiore, obra de Arnolfo di Cambio, su proyecto fue tan revolucionario que resultó inconcebible, y suscitó, si bien sólo al inicio, el recelo de los que habían encomendado la obra y el malestar de los obreros. Brunelleschi tuvo una idea genial: bajo el modelo de las grandes arquitecturas romanas, como la monumental cúpula del Panteón, que de joven había estudiado y rediseñado a fondo, concibió una cúpula octagonal de autosustentación, que, por ende, no necesitaba ninguna cimbra, a construir con materiales diferentes: piedra abajo, donde la curvatura es mínima, para obtener más resistencia, y ladrillos arriba, porque son más livianos. Además, la imaginó doble, formada por dos casquetes superpuestos, el orientado hacia dentro de un espesor de más de dos metros y el externo de sólo 80 centímetros.

         Una vez terminada, la cúpula se manifestó inmediatamente como algo extraordinario, jamás visto. Dos años después de la conclusión de la cúpula, en 1436, se realizó la linterna de coronación, de mármol blanco, con lo cual la altura total de la cúpula pasó de 91 a 114 metros, una altura impresionante, no sólo para su época. Brunelleschi murió en 1446, pudiendo ver su obra prácticamente terminada. Naturalmente, supo desde siempre haber hecho una obra de arte y de ingeniería única en el mundo. 

        VASARI escribía: 'Parece que el cielo está envidioso que sigue arrojando saetas, creyendo que su fama ha ganado casi la altura del aire'.

          FACHADA DEL HOSPITAL DE LOS INOCENTES
     
          Este proyecto comenzó en 1421, y destaca su pórtico en el que utiliza arcos de medio punto sobre columns corintias y frontones triangulares sobre las ventanas de su único piso. Está decorado con figuras de niños hechas de cerámica. Parte de un patio central al que se añaden dependencias construyendo la fachada principal con un pórito co atrio que se abre a la plaza de Santissima Annuniata y se construyó por iniciativa del gremio de La Lana para recoger a niños abandonados para ayudarles y enseñarles un comercio útil que les permitiese tener su puesto en la sociedad. Este edificio civol forma parte de un planteamiento urbano junto con otros dos pórticos.  Su planta baja está formada por amplios arcos de medio punto sostenidos por delgadas columnas corintias y adornadas e cada spacio de los arcos, con medalloes en terracota vidriada y policromada en azul y blanco con un recién nacido, uno por cada medallón. 


Estos son la base visual de cadea una de las ventanas porque el centro de cada dos convergen en cada uno de los medallones. Un delicado arquitrabe divide la planta baja del primer piso, cuyo muro, se ve interrumpido por ventanas bastante espaciadas, que coronada por frontones triangulares corresponden exactamente a los arcos de la planta baja.  En resumen, la obra se puede definir por la síntesis de equilibrio, sobriedad, mesura y proporciones. De hecho, este edificio no se puede entender si no es en relación con la plaza que es un espacio vacío y polifuncional frente al hospital que marca un volumen cerrado a volumen lleno, siendo el pórtico el elemnto de relación entre la plaza y el edificio.

 

         
          
  Basílica de San Lorenzo de Florencia
   Inspirada en las basílicas paleocristianas que Brunelleschi estudió en Roma, se trata de un templo con planta de cruz latina de tres naves, con la nave central más alta y ancha. En el interior, la nave central tiene cubierta adintelada y las laterales con bóveda de arista. La separación de las naves se establece mediante columnas de orden compuesto y sobre ellas, entablamento en el que descarga cada arco de medio punto. En el crucero dispuso la cúpula como abovedamiento, buscando Brunelleschi en esta iglesia dos elementos fundamentales: 

 - Horizontalidad: Se emplean elementos arquitectónicos que refuerzan la sensación de horizontalidad, como los entablamentos, la cubierta plana de la nave central...

  - Armonía: Busca la armonía empleando criterios geométricos, como por ejemplo estableciendo formas cúbicas al ser la altura de las columnas idéntica a la distancia entre las columnas contiguas. 

             Palacio Pitti

      En esta obra es donde Filippo Brunelleschi establece el modelo renacentista de palacio, que fue ampliamente seguido por sus discípulos. El aspecto externo es muy parecido al de una fortaleza. Su planta es en cuadrilátero, donde las dependencias se construyen en torno a un patio. Muestra una tendencia a la horizontalidad mediante una superposición de tres pisos o cuerpos. El muro está muy articulado, con ayuda de las balaustradas. Se emplean para los muros sillares almohadillados, que van siendo más plano conforme se gana en altura. Los vanos con arco de medio punto están constituidos por dovelas almohadilladas,. Las ventanas además llevan frontón. 

       Capilla Pazzi

    La Capilla Pazzi s una obra de plena concepción renacentista. Es de planta cuadrada y está cubierta con una cúpula, donde se da la interacción del espacio cuadrado con cubierta circular. La fachada se articula mediante un pórtico con columnas por el que se accede a la construcción, que combina el arco central con superficies adinteladas. En esta superficie hay un entablamiento que "rompe" en el centro en arco de medio punto. En todo el edificio se aprecia la búsqueda de la armonía frente a la monumentalidad. 


miércoles, 24 de febrero de 2010

GHIBERTI



      Es uno de los escultores más importantes de la Florencia de comienzos del renacimiento. Su verdadero nombre era Lorenzo di Bartolo, nació en Florencia (Italia) y fue aprendiz de orfebre. Sus esculturas traslucen una elegancia lírica acompañada de perfección; así como el interés que tenía por la sencillez clásica de peso y volumen. En 1403, en competencia con Filippo Brunelleschi y Jacopo della Quercia, Ghiberti obtuvo su primer encargo importante, la realización dela segunda puerta de bronce del baptisterio de la Catedral de Florencia (las primeras puertas habían sido realizadas en el siglo XIV por Andrea Pisano). Trabajó en ellas durante más de einte años, ayudando a sus discípulos, entre los que se encontraban Donatello y Paolo Uccello. Cada puerta contiene catorce escenas de marco cuadrifolio sobre la vida de Cristo, los evangelistas y los padres de la iglesia. El taller de fundición de Ghiberti fue fundamental en la historia de la escultura florentina, con anterioridad las piezas de bronce se enviaban generalmente a Venecia. La tarea se desarrolló entre 1401-1425. Así lo relata el propio artista:


      "Se me adjudicó y encargó que hiciera la citada puerta de bronce para el citado templo, cosa que ejecuté con gran diligencia. Y ésta es la primera obra: con la decoración de su alrededor ascendióna cerca de 22000 florines. Hay en esa puerta veintiocho cuadros: en veinte de llos están las historias del Nuevo Testamento y en los bajos cuatro evangelistas y cuatro doctores, con gran cantidad de cabezas humanas en toda la obra. Fue realizada con gran amor y cuidado, con marcos y hojas de hiedra, y las jambas con riquísimos festones de hojas de muchas clases. El peso de esta obra fue de treinta y cuatro mil libras. Se llevó a cabo con muchísimo ingenio y diligencia" 



  English: North door (by Lorenzo Ghiberti) of the Baptistery, Florence. Schema: 1. Annunciation. 2. Nativity. 3. Adoration of the magi. 4. Dispute with the doctors. 5. Baptism of Christ. 6. Temptation of Christ 7. Chasing the merchants from the Temple. 8. Jesus walking on water and saving Peter. 9. Transfiguration. 10. Resurrection of Lazarus. 11. Entry of Jesus in Jerusalem. 12. Last Supper. 13. Agony in the Garden. 14. Christ captured. 15. Flagellation. 16. Jesus before Pilate. 17. Ascent to Calvary. 18. Crucifixion. 19. Resurrection. 20. Pentecost. A. St. John Evangelist. B. St. Matthew C. St. Luke D. St. Mark E. St. Ambrose F. St. Jerome G. St. Gregory H. St. Augustine

      Los veintiocho paneles de la puerta, actualmente ubicada en el lado norte, se vieron condicionados por el formatocuadrilobulado que ya tenían los planels ejecutados por Andrea Pisano en la puerta más antigua.Las imágenes si bien corresponden  a los comienzos del Renacimiento, ya hacen referecia a modelos clásicos dentro de estructuras claras, perfectamente legibles, como es el caso de la Flagelación ilustrada. En ellas las figuras humanas son proporcionadas con la elegancia distintiva dle estilo de Ghiberti; en el fondo se muestra una arquitectura con lenguaje decorativo griego. Los gestos de los flageladores acentúan el marco gótico.




            En 1425, ya sin necesidad de convocar a un concurso, los administradores del Baptisterio adjudicaron directamente la tarea de la última puerta al ya célebre Ghiberti. Desde esa fecha hasta el 1452, elaboró la puerta ubicada actualmente en el lado este. El resultado final fue tan espléndido que justamente se decidió ubicarla en el sector oriental por ser el más jerarquizado. El nombre de "puerta del paraíso" proviene de la admiración de Miguel Ángel, según cuenta la leyenda, dijo que por su belleza y perfección merecía estar en la entrada del Paraíso. Nos cuenta Ghiberti:


                "Se me adjudicó la otra puerta, o sea la tercera puerta de San Giovanni, para la cual se me dio licencia de llevarla a cabo del modo que a mí me pareciera que resultaría más perfecta y más adornada y rica. Plantée su elaboración en recuadros que median una braza y un tercio; eran historias del Antiguo Testamento muy copiosas en figuras, y en ellas me las ingenié con todo cálculo para no apartarme de la búsqueda de la imitación de la naturaleza hasta donde me resultara posible, y para incluir en todos los ragos que pudiera y unas composiciones magníficas y repletas de muchísimas figuras. En alguna historia dispuse alrededor de cien figuras, en unas había menos, y en otras más. Llevé a término esta obra con la mayor diligencia y predilección".


    Los veintiocho paneles cuadrilobulados se transformaron en diez paneles casi cuadrados que encierran historias elaboradas con una nueva concepción del espacio y de la composición. Las escenas son mucho más ricas, las figuras y sus poses exqisitamente realizadas. Se agregaron paisajes, arquitecturas, numerosos personajes. El relieve está trabajado en una multiplicidad de planos sumamente reducidos que provienen de la técnica inventada por Donatello en el pedestal de su San Jorge, que los italianos llamaron relievo schiacciato. La sensación de profundidad espacial se genera gracia a las cualidades pictóricas de los sucesivos planos de representación. Las composiciones son complejas y sin embargo absolutamente coherentes y unitarias; la perspectiva central contribuye a generar un orden lógico dentro del cual las multitudinarias figuras se modelan con mayor o menor relieve de acuerdo a su ubicación espacial. Casi parece una pintura en bronce, refinada y elegante como es habitual en el escultor. Veamos cómo él mismo describe su obra: 

       "Eran en total diez historias en sus correspondientes recuadros, hechos de modo que el ojo los pueda medir y tan veraces que, desde lejos, aparecen en relieve. Su relieve es reducidísimo y sobre los planos se observa la apariencia mayor de las figuras que son cercanas y la menos de las alejadas, como nos enseña la realidad. Y realicé toda la obra según las citadas medidas. Las historias son diez. La primera es la creación del hombre y de la mujer y su desobediencia al Creador de todas las cosas. En esa historia se narra también su expulsión del Paraíso a causa del pecado cometido. Dicho recuadro contiene cuatro historias o acciones.

          El segundo cuadro narra cómo Adán y Eva tuvieron a Caín y Abel, convertidos ya en chiquillos. Y cómo realizan el sacrificio: Caín sacrificaba lo peor y más despreciable que tenía, y Abel lo más selecto y noble que tenía; su sacrificio era muy agradable a Dios, mientras que el de Caín todo lo contrario. Se puede observar cómo Caín mata por envidia a Abel y cómo Dios se aparece preguntándole por el hermano que él ha matado: de este modo en cada recuadro aparecen las acciones de cuatro historias. En el tercer cuadro aparece cómo Noé sale del Arca con los hijos y con las nueras y la esposa, además de todos los pájaros y animales; ofreciendo sacrificio con toda su gente. Así, planta la viña y se embriaga y su hijo Cáin se burla de él.



El cuarto recuadro narra cómo tres ángeles se aparecen a Abraham y él adora a uno; y cómo los sirvientes y el asno permanecen al pie de la montaña mientras él ha desnudado a Isaac y quiere sacrificarlo, y el ángel le agarra la mano del cuchillo y le señala el carnero. En el cuadro quinto hay como a Isaac le nacen Esaú y Jacob; y cómo él envió a Esaú de caza, y cómo la madre instruye a Jacob y le entrega el cabrito y la piel, y se la pone al cuello y le insta a solicitar la bendición a Isaac. Y cómo Isaac palpando su cuello lo encuentra velludo y le da la bendición.





       Escrito por él aparece el siguiente fragmento: "Hay 24 figuras en el marco que flanquea las citadas historias, y entre un marco y otro una cabeza: hay 24 cabezas. Realizada con un enorme estudio y esfuerzo, ésta es, de todas mis obras, la más singular que yo haya producido, y fue completada con absoluto arte y medida e ingenio. En el marco exterior, que está en las jambas y en el dintel, hay una ornamentación de hojas y de pájaros y pequeños animales en posturas acordes con dicho adorno. Además hay otro marco de bronce; en las jambas hay también adornos en relieve bajo hechos con extraordinario arte, como asimismo abajo en el umbral: dicha decoración es de bronce pulido. Pocas cosas de importancia se han hecho en nuestra tierra que no hayan sido diseñadas y dispuestas por mi mano" 

      Así pues, con la última frase el artista traduce el orgullo profesional debido a sus obras y el acentuado individualismo propio del Renacimiento.  La puerta del Paraíso ha sido siempre admirada como su obra maestra. En 1966, con la inundación del Arno fue severamente dañada; luego de su restauración se la trasladó al museo de la catedral y se la sustituyó por una copia.



martes, 23 de febrero de 2010

SAN FRANCISCO DE ASÍS

         Nació en Asís (Italia) ciudad de Umbría, en el año 1182. Su padre, Pedro Bernardone,  que  era comerciante. El nombre de su madre era Pica y algunos autores afirmas que pertenecía a una noble familia de la Provenza. Los dos eran personas acomodadas. La gente le apodó  "Francesco", por más que en el bautismo recibió el nombre de Juan.  Después de una juventud, los bienes paternos y se entregó de lleno a Dios.  Em esta época también era muy dado a las románticas tradiciones caballerescas que propagaban los trovadores. Disponía de mucho dinero y lo gastaba pródigamente, con ostentación. Ni los negocios de su padre, ni los estudios le interesaban mucho, sino más bien el divertirse en cosas vanas que comúnmente se les llama "gozar de la vida". Abrazó la pobreza y vivió una vida evangélica, predicando a todos el amor de Dios. Dio a sus seguidores unas sabias normas, que luego fueron aprobadas por la Santa Sede. Fundó una orden de frailes y sus primera mujer, Santa Clara que funda las Clarisas, inspirada por Él. 

    San Francisco de Asís ha sido uno de los santos más populares, tanto entre católicos como entre los protestantes y aun entre los no cristianos. San Francisco de Asís cautivó la imaginación de sus contemporáneos presentándoles la pobreza, la castidad y la obediencia con la pureza y fuerza de un testimonio radical. Llegó a ser conocido como el Pobre de Asís por su matrimonio con la pobreza, su amor por los pajarillos y toda la naturaleza.

         Cuando Francisco tenía unos 20 años, estalló la discordia entre las ciudades de Perugia y Asís, y en la guerra, el joven cayó prisionero de los peruginos. La prisión duró un año. Cuando recobró la libertad, cayó gravemente enfermo, pero esta le fortaleció espiritualmente y le hizo madurar. Cuando se sintió con fuerzas suficientes, determinó ir a combatir en el ejército de Galterío y Briena, en el sur de Italia. Francisco partió a Apulia con el alma ligera y la seguridad de triunfar, pero nunca llegó al frente de batalla. Al principio vivió su antigua vida, aunque tomándola menos a la ligera. La gente, al verle ensimismado, le decían que estaba enamorado. Poco a poco, con mucha oración, fue concibiendo el deseo de vender todos sus bienes y comprar la perla preciosa de la que habla el Evangelio. En cierta ocasión se paseó a caballo por la llanura de Asis, donde encontró a un leproso. Las llagas del mendigo aterrorizaron a Francisco; pero en lugar de huir, se acercó al leproso, que le tendía la mano para recibir una limosna. Francisco comprendió que habia llegado el momento de dar el paso al amor radical de Dios. A pesar de su repulsa natural a los  leprosos, venció su voluntad, se le acercó y le dio un beso. Aquello cambió su vida. Fue un gesto movido por el Espíritu Santo, pidiéndole un "sí" que distingue a los santos de los mediocres. Después de esto, Francisco frecuentaba lugares apartados donde se lamentaba y lloraba por sus pecados. 

      Comenzó a visitar y servir a los enfermos en los hospitales. Les servía devotamente porque el profeta Isaías nos dice que Cristo crucificado fue despreciado y tratado como un leproso. De este modo desarrollaba su espíritu de pobreza, su profundo sentido de humildad y su gran compasión. 
 
      Dios le había concedido ya el don de profecía y el don de milagros. Cuando pedía limosna para reparar la iglesia de San Damián, acostumbraba a decir: "Ayudadme a terminar esta iglesia. Un día habrá ahí un convento de religiosas en cuyo buen nombre se glorificarán el Señor y la universal iglesia". La profecía se verificó cinco años más tarde en Santa Clara y sus religiosas. 

    Francisco tuvo pronto numerosos seguidores y algunos querían hacerse discípulos suyos. El primero fue Bernardo de Quintavalle, un rico comerciante de Asís. Al principio este veía con curiosidad la evolución de Francisco y le invitaba a su casa, donde le tenía siempre preparado un lecho próximo al suyo. Bernardo se fingía dormido para observar cómo el siervo de Dios se levantaba calladamente y pasaba largo tiempo en oración, repitiendo estas palabras: "Deus meus et omnia (Mi Dios y mi todo) Al fin comprendió que Francisco era "verdaderamente un hombre de Dios" y enseguida le suplicó que le admitiese como discípulo. 

       Pedro de Cattaneo, canónigo de la catedral de Asís, pidió también a Francisco que lo admitiese como discípulo y el santo les "concedió el hábito" a los dos juntos. En 1210, cuando el grupo contaba ya con 12 miembros, se fueron a Roma a presenarla para aprobación del sumo Pontífice. Viajaron a pie, cantando y rezando, llenos de felicidad, y viviendo de las limosnas que la gente les daba. En Roma no querían aprobar esta comunidad porque les parecía demasiado rígida en cuanto a pobreza, pero al fin un Cardenal dijo: " No les podemos prohibir que vivan como lo mandó Cristo en el Evangelio". Recibieron la aprobación y se volvieron a Asís a vivir en pobreza, en oración, en santa alegría y gran fraternidad, junto a la iglesia de la Porciúncula. 

     Poco antes de morir, considerando que el hombre está obigado a tratar con caridad a su cuerpo,  Francisco pidió perdón al suyo por haberlo tratado tal vez con demasiado rigor. El santo se había opuesto siempre a las austeridades indiscretas y exageradas.  
 
       Sus contemporáneos hablan con frecuenciadel cariño de Francisco por los animalesy y del poder que tenía sobre ellos.  

BOTTICELLI

       Sandro Botticelli nació en el seno de una familia humilde de artesanos de Florencia el 1 de marzo de 1445. Botticelli era el menor de cuatro hermanos y cuando nació, el primogénito, Juan, tenía ya 25 años. Juan adoptó y educó a Sandro, y esta adopción fue la causa del cambio del nombre del muchacho, porque a Juan le apodaban Botticello, y el pequeño fue Botticelli. Fue discípulo de Fran Filippo Lippi, también trabajó con el pintor y grabador Antonio del Pollaiuolo del que aprendió el dominio de la línea, y además recibió gran influencia de Andrea del Verrocchio. Hacia 1470, tenía ya su propio taller. Botticelli no es genio ecléctico que combina la manera de muchos, pero fue temperamento impresionable y sacudido por emociones diversas. Siempre fue personal, siempre fue Botticelli. Por esto se hace difícil establecer una serie cronológica en sus obras. Uno de los primeros encargos que recibió fue el de completar la serie de personificaciones de virtudes que había comenzado a pintar Pietro Pollaiuolo. Eran uno scuadros con matronas sentadas, que debían decorar una sala del tribunal del Mercado. La que fue encargada a Botticelli es la Fortaleza. La representó joven, con coraza, corpiño y mangas de acero. La posición de la figura es gracias a Pollaiuolo, pero el espíritu es enteramente el de Botticelli. Pero en otra pintura también juvenil, el San Sebastián que pintó, según dice Vasari, para Lorenzo de Médici, el recuerdo del estilo de Pollaiuolo es dominante. A la década del 1475 al 1485, hay que atribuir una serie de pinturas con asunto religioso. La primera gran obra maestra de Botticelli es la Adoración de los Magos, encargo también de Lorenzo de Médici para honrar la memoria de su abuelo Cosme. El pater patriae está allí figurado como el más anciano de los tres reyes. La composición está enriquecida con figuras secundarias de espectadores, entre los que se pintó el propio artista. En aquel retrato, por sus facciones (que es el que tenemos al principio de esta entrada) Botticelli entonces aparenta tener menos de cuarenta años, lo que permite fijar la fecha de la pintura.
         
                Será la figura de la dama, en el sentido más "cortés" de la palabra, la gran protagonista; la gran protagonista de sus composiciones; rodeada de un aura de elegancia y lánguida belleza, la tipología de mujer a la que recurre como lit motiv de su producción ejemplífica, dentro de la corriente pictórica del Quatroccento italiano, la búsqueda del ideal, frente al intento de aprehensión naturalista e individual llevado a cabo por otros autores. Entre medias de la representación onírica, plena de un amor platónico por la mujer, muy distinta de las rubias y maternales futuras madonnas rafaelianas, y la exaltación de la belleza se sitúa el modelo de virgen que creará . Perteneciente a la segunda generación de la Escuela Florentina, Sandro Botticelli es uno de los pintores más famosos del Renacimiento italiano del s.XV, siendo conocido por sus maravillosas creaciones de carácter mitológico.

                    LAS MADONAS
   
       

         Las Madonas, donde Botticelli representa aquella Vírgen con el niño, rodeada de ángeles y santos. La Virgen es una joven doncella de grandes ojos extáticos, algo pálida, como sufriendo de su propia belleza y grandeza. Las Madonas de Botticelli forman un conjunto de personas adorables que, por la persistencia de su tipo espiritual, hacen una erie análoga a la que forman las Madonas de Rafael. Tanto las Madonas de Rafael como las de Botticelli representan la mujer en flor, exaltan su inocencia y hermosura; pero en las de Rafael con cualidades naturales al no concebirse mujer que no sea como ellas virgen y madre, mientras que para las Madonas de Botticelli la resposabilidad de su grandeza, sólo por el mero hecho de ser tan hermosas las agobia, haciéndolas pensativas, meditabundas, como su autor. Exste variedad en las Madonas de Botticelli, aunque permanezcan constantes en el ensimismamiento botticelliano, hechizadas por su propia beldad. Botticelli aventura algo más inelectual que la relación afectuosa entre la madre y su Hijo. En un grupo la Virgen se dispone a escribir las jaculatorias del Magnificat, que parece aprobar Jesús. Dos ángeles admirándola, la coronan. A veces, por un claro que dejan las figuras, se ve un paisaje con rio serpenteado. Es el Arno. Estamos en Florencia. Tanto la Virgen como las santas personas que la rodean no pueden ser más que florentinas. 
Botticelli crea un tipo florentino de mujer rubia, con largos bucles ondulados que caen sobre las espaldas. Su perfil es exquisito; la nariz tiene una graciosa curva que produce más encanto que si fuera correctísima. Los labios se doblan finamente, cerrando la boca sin provocación. Las maravillosas pupilas verde claro de las mujeres de Botticelli insinúan pensamientos inefables, tan exquisitos que no deseamos ver expuestos con palabras. No conocemos ningún amor concreto de Botticelli, no hay alusión a excesos sentimentales, pero tampoco de despgo por la mujer en genral. Botticelli tenía horror al casarse, posiblemente porque estimaba demasiado su ideal de mujer. Quien pintó aquellas dulcísimas formas femeninas conocía por experiencia todo cuanto es precioso del cuerpo de la mujer en la juventud. Se cree que Botticelli compuso su tipo femenino sintetizando facciones de vias mujeres. Alguna tuvo que impresionarle fuertemente tal es la fuerte carcterización de la mujer que pintó Botticelli que ha que aceptar la que vio ya formada, real y existente, que pudo retratarla y estimar su perfección. Aquí entramos en el famoso problema de Simonetta Vespucci, que para muchos fu el prototipo de la mujer botticelliana. Es indudable que Botticelli conoció y admiró a Simonetta, como la admiraba todo el mundo. Simonetta ha pasado a ser una figura legendaria en la historia del arte; inspiró magníficas estrofas a los más grandes poetas de la época: Angelo Poliziano y Lorenzo de Médici... Lo más trágico es que aquella mujer perfecta había vivido sólo 23 años. De ellos pasí siete casada en Florencia. Tan efímera existencia fue basta para impresionar a pobres  y ricos, jóvenes y viejos...Simonetta era bastante desenvuelta para exhibir su cuerpo desnudo, y en uno de los retratos que pintó Botticelli, aunque va vestida, descubre sensualmente uno de los pechos.


          MERCURIO Y LAS TRES GRACIAS


      Otra gran pintura de Botticelli es la Primavera, también relacionada con Giulano y Simonetta. A la izquierda se ve a Mercurio, o acaso Paris, el pastor del Ida, cogiendo un fruto, probablemente para entregar a una de las tres divinas mujeres, que cogidas de las manos danzan en ronda. Siempre se ha creído que una de ellas era Simonetta,  y el galán Giuliano; pero el Amor desde lo alto, lanza una flecha encendia hacia la segunda belleza, que es la que menos se parece a Simonetta. 


Las otras mujeres se las ha llamado las Tres Gracias, las Horas, porque danzando en corro las representó el arte antiguo en esculturas y pinturas. En el centro del cuadro de la Primavera de Botticelli, una persona aislada es, evidentemente, de mayor categoría moral. Preside toda la composición. Representa Venus, la diosa madre de los filósofos epicúreos, la que cantó Lucrecio y glorificó Luciano. Es Venus, como personificación de la fuerza creadora y ordenadora en la Naturaleza, la que hace nacer y crecer todos los seres vivos y la que da explicación racional a nuestra existencia.
Así, mientras a un lado tiene aquel grupo de Mercurio y las Gracias animadas por las flechas del amor, al otro lado tiene el grupo con la personificación de las fuerzas naturales, vegetales y animales; una es Flora, que derrama belleza florida en el suelo, y otra,    (Imagen de la derecha: Céfiro y la ninfa Cloris)

desnuda, es Lascivia, empujada por el Céfiro sensual, fresco  y oloroso.







                                                   Las tres gracias
       
  En el centro del cuadro de la primavera, de Botticelli, una persona aislada es, evidentemente, de mayor categoría moral. Preside toda la composición. Representa Venus, la diosa madre de los filósofos epicúreos, la que cantó Lucrecio y glorificó Luciano. Es Venus, como personificación de la fuerza creadora y ordenadora en la Naturaleza, la que hace nacer  y crecer todos los seres vivos y la que da explicación racional a nuestra existencia. Así, mientras a un lado tiene aquel grupo de Mercurio y las Gracias animadas por las flechas de Amor, al otro lado tiene el grupo con la personificación de las fuerzas naturales, vegetales y animales; una es Flora, que derrama belleza florida en el suelo, y otra, desnuda, es Lascivia, empujada por el Céfiro sensual, fresco y oloroso.  Es una palabra, la dama que preside que preside el cuadro primaveral de Botticelli es Venus. 

                         VENUS
   En otro cuadro de Botticelli, representando el pintor a Simonetta como Venus naciendo del piélago marino y llegando a tierra en una cocha. Aquí la relación de la pintura con la poesía de los versificadores humanistas florentinos es más apreciable. Es imposible describirla. Ni las reproducciones en color dan idea exacta de aquella diosa esbelta, sin exceso ni defecto. El gesto es el que imaginaríamos para una gentil persona que no se avergüenza de su belleza ni la exhibe por vanidad. El nacimiento de Venus está pintado en tela. Fueron pintados en épocas diferentes. Se consideraba que fue Lorenzo el Magnífico quien sugirió a Botticelli los asuntos. Los dos cuadros tienen todas las figuras en un plano. Dan la impresión de que son cuadros vivos, escenas de representaciones teatrales en un solo acto. No se hace difícil creer que Simonetta  y las jóvenes damas retratadas, como Venus y las Gracias, se desnudaran para servir de modelos a un pintor. En las horas ociosas de una cura de aguas Lorenzo y Botticelli recordarían  días más felices, cuando la casa Médici en Vía Larga se llenaba de la banda de animada juventud capitaneada por Giuliano.   


                                                   MINERVA Y EL CENTAURO

      La segunda obra que Lorenzo encargó a Botticelli para conmemorar el triunfo de la facción Médici sobre la facción Pazzi, fue una pintura representando a Minerva domeñando al centauro. La diosa de las artes y ciencias tenía cogido por los cabellos al monstruo  semihumano, personificación en este caso, de la brutalidad      


                                       
                                                      FRESCOS 

     Después de estas pinturas "políticas" Botticelli pasó a Roma para decorar la Capilla Sixtina, entonces recién construida. Otras decoraciones que pintaron simultáneamente cuatrocentistas florentinos fueron barridas cuando se concluyó la decoración con los frescos de Miguel Ángel Los de Botticelli, con asuntos del Antiguo Testamento, son la parte menos interesante de su obra. 

                                              LA CALUMNIA

      En este cuadro, Botticelli trató de reconstruir una pintura de Apeles muy famosa en la Antigüedad. La descripción de la Calumnia que hizo Apeles es la siguiente:

      "A la derecha está un hombre sentado con largas orejas, como las del rey Midas. Extiende su mano hacia una figura, que es Calumnia, todavía algo alejada. Al lado del personaje sentado están dos mujeres que representan Ignorancia y Sospecha. Junto a la figura de Calumnia avanza una mujer bellísima, pero manifestando pasión y excitada con furor y rabia. Lleva en una mano una antorcha encendida, y con la otra arrastra por los cabellos un hombre joven con las manos plegadas. Esta figura de la antorcha parece dirigida por un hombre feo y pálido, de mirada penetrante, como que hubiera padecido larga enfermedad; se supoe es personificación de Envidia. hay todavía dos personas que acompañan a Calumnia: son Traición y Engaño. Por fin, todos estos persoajes van seguidos de una mujer vestida de luto, con manto negro y en firones, que es Arrepentimiento. Se vuelve a mirar con lágrimas en los ojos, y como avergonzada, hacia la Verdad desnuda, que se va acercando". 

     Es evidente que el cuatrocentista florentino creyó repetir lo que pintó el ateniense. Botticelli no olvidó niguna de las figuras que menciona Luciano. Luciano fue uno de lo sautores griegos que se conocieron y tradujeron al principio en Florencia. El tema de la Calumina estaba de moda en aquella época de relaciones, traiciones y venganzas. La idea de la Calumnia, se supone es una cámara real. Las paredes, de mármol, están decoradas con esculturas, donde se distinguen en gran promiscuidad  temas cristianos y paganos. En los nichos hay estatuas de David, San Pablo, San Jorge, Judit, y en los relieves Apolo y Dafne, Hércules y Licas, Mucio Scevola...  

     Verdad: Se encuentra en una esquina y está desnuda, tapándose sus genitales con su cabelo dorado. Recuerda a las Venus púdicas clásicas y también al Nacimiento de Venus, del propio Botticelli. Uno de sus brazos lo alza a los cielos, como esperando una respuesta divina que acabe con esta situación.  

      Penitencia: Es una anciana que mira a la Verdad. En el reino de Midas siempre hay una penitencia para los juzgados y por eso la Penitencia está entre la Calumnia y la Verdad.

      Esculturas: Las figuras llevan ropajes y están realizadas al estilo griego, con amplios ropajes ceñidos a su cuerpo para mostrar la anatomía.  

        Víctima: Un hombre desnudo, sin nada que ocultar, es arrastrado por la Calumnia hasta el juez malévolo, Midas. Es un hombre que implora, con sus manos juntas simulando un rezo, que pare todo esto. 

      Trenzas: Dos jóvenes y bellas mujeres le trenzan el cabello con una blanca cinta a Calumnia. Se tratan del Fraude y la Envidia, que van siempre con la Calumnia.
      
         Calumnia: Aferrada por el Rencor, la Calumnia aparece como una mujer joven que lleva de la mano una antorcha, aludiendo a su carácter incendiario.

         Rencor: El monje que señala al juez Midas increpándole es el Rencor o la Ira, que lleva de la mano a la calumnia. 

       Midas: El rey Midas se encuentra sentado entre la Sospecha y la Ignorancia, que le susurran al oído. Sus orejasson de burro porque se deja aconsejar por ellas y a su vez, tiende la mano hacia el Rencor.

         Historia: Botticelli creó esta obra para la familia Segni en una época, después de la caída de los Médicis, y con Savonarola como profeta instigador. Botticelli tomó como referencia un cuadro desaparecido del pintor clásico Apeles, que describe Luciano.

          Arquitectura: El fondo del palacio de Midas son varias aradas con entablamento y frisos decorados con relieves dorados, que nos recuerdan  a la arquitectura de la Antigüedad. Incluso los frisos hablan  de algunos temas clásicos, aludiendo al estudio de la Antigüedad que había realizado Botticelli.

         Hipótesis: No se sabe realmente quién se lo encargó exactamente ni por qué lo hizo. Podría ser que Botticelli quisiera desligarse del tono falso de las predicaciones de Savonarola. Hay que tener en cuenta además que estamos en el año 1295 y que acababa un siglo, con todos los miedos que ello conllevaba para una sociedad florentina llena de cambios... 

            Movimiento:  Aunque, aparentemente, el cuadro parece muy estático, bien es cierto que los colores y un uso de la luz incidiendo en los dorados relieves, hacen que se produzca un movimiento en la escena. Sin embargo, es un movimiento estudiado y contenido, ya que no se demuestra desesperación. Es un cuadro para reflexionar, más que para emocionar...

                CONVERSIÓN

      Así vivió y trabajó Botticelli, glosando temas clásicos y paganos que debían discutir sus protectores los Médici en la Academia Platónica. Después de la muerte de el Magnífico, en 1492, y desde que se intensificó la predicación puritaqna de Savonarola contra las vanidades de los humanistas, Botticelli empezó a sufrir uno de estos cambios. Para Savonarola la piedad era incompatible con la estética. Él llamaba vanidades a todos los productos del arte, y organizaba quemas en público de todo aquello que no era estrictamente necesario para el culto o el servicio doméstico. Botticelli presenció emocionado las procesiones de los adictos a Savonarola; concurrió a algunas de las escenas tumultuosas que sucedían a las vociferaciones del fraile; debió entristecerse con su suplicio, y todo acentuó su melancólica reticencia. Lo que pintó en los últimos años del siglo está tarado de ua sombría tristeza. Regresó a los asuntos religiosos, pero para escoger no ttemas amables como la Adoración de los Reyes, o el grupo de la Virgen con ángeles, sino los temas de la Pasión. Destacan la Deposición y Elo arrepentimiento de Florencia.