viernes, 19 de febrero de 2010

MASACCIO, UN PASEO A TRAVÉS DEL ARTE



       Massacio nació en San Giovanni Valdarno, Florencia. Su verdadero nombre era Tommaso Cassai. Es especialmente iportante dentro del arte pictórico italiano de comienzos del siglo XV, pues será él quien desarrolle la perspectiva con ayuda de los conocimientos que compartía con Brunelleschi. Así fue como creó escenas donde el espacio será real, "aéreo". Sus obras prefiguran la evolución que culminarán pintores posteroires y aparecen impregnadas de un fuerte sentido volumétrico y naturalista, sentando las b ases para que se produzca dicho cambio. Como Brunelleschi y Donatello se formó en la innovación, superando a Giotto en el desarrollo de la perspectiva y rompiendo con la tradición medieval imperante en Italia hasta ese momento. Su búsqueda se centró en ese momento en conseguir una visión equilibrada y matemática de la composición artística y una nueva manera de plasmar la figura humana dentro de este contexto. Está considerado como el "Padre" de la pintura del Quattrocento, ya que con él se asientan definitivamente los nuevos valores renacentistas:

     - Dominio de la masa y el volumen: da sombra e ilumina las figuras sin dibujar los contornos

      -   Predominio de la monumentalidad en la línea de Giotto que luego continuó Miguel Ángel.

       - Propugna una vuelta a la Naturaleza que culminó con Leonardo Da Vinci.
       - Manifiesta una clara tendencia al naturalismo incluso en su pintura religiosa.

          De su vida es poco lo que se conoce hasta su traslado en 1417 a la ciudad de Florencia. Era huérfano de padre a los cinco años. En Florencia, Masaccio aparecía registrado en el gremio de pintores y es muy seguro que mantuvo una elación de amistad con figuras tan señaladas, y que tanto influirán en su pintura, como Brunelleschi y Donatello, a los cuales además retratará ya en sus primeras obras.  En esta fecha es cuando aparece datado mediante una inscripción el Tríptico de la Iglesia de San Juvenal de Cascia di Regello, atribuido a Masaccio, posiblemente por encargo de la familia Castellani. 


        En Florencia, además ,desarrollará encargos como los frescos para la capilla Brancacci de la Iglesia del Carmione, en participación con Masolino, como la tabla de Santa Ana, la Virgen con el Niño y ángeles para la iglesia de San Ambrio, asoí como una de sus más afamadas obras: el fresco de la Trinidad, realizado para la iglesia de Santa María Novella (1425-1427).

       
 
      En 1428, se traslada a Roma, ciudad a la que ya habría realizado con anterioridad un viaje para conocer el arte de los "antiguos", con la intención de colaborar con Masolino en la decoración de la capila de San Juan, en la iglesia de Santa María la Mayor, sorprendiéndole una muerte prematura en dicha ciudad antes de finales de ese mismo año.




                       PRINCIPALES OBRAS EN SU CARRERA ARTÍSTICA 

           El ciclo de fescos compuestos para decorar la Capilla Brancacci en la iglesia del Carmine de Florencia es la obra más importante en su carrera, trabajando en ella a lo largo de varios períodos.  En un principio trabajó en esta obra junto con Masolino, pero al marcharse este a Hungría, se puso fin a dicha colaboración, por lo que Masaccio llevó a cabo el encargo en solitario hasta una fecha cercana a su muerte, y el trabajo fue terminado finalmente por Filippino Lippi.

           
          El programa iconográfico principal de la capila está basado en la vida de San Pedro, aunque es posible encontrar escenas pertenecientes al Génesis ,correspondiendo a la mano de Masaccio los episodios de la Expulsió de Adán y Eva del Paraíso, El bautismo de los neófitos, el Tributo y las arquitecturas en las que se enmarca la escena de la Resurrección de Tabita en el cuerpo superior. 

          
     En el inferior, realizó los episodios de San Pedro curando a los enfermos con su sombra y la distribución de los bienes y la muerte de Ananias, junto con parte de la Resurrección del hijo de Teófilo y San Pedro en la cátedra. 

       
     Esta obra es especialmente importante puesto que se supera por completo en la misma cualquier rasdo del gótico previok constituyendo un inmejorable ejemplo de la que vendrá a ser la pintura de la Modernidad. La coposición es muy compleja, tanto en lo que se refiere a las escenas individuales coo al conjunto global de la decoración, estructurada en función de un punto de vista principal: el del observador. El tratamiento de la luz en las diversas escenas es maestro, logrando con el manejo del mismo una corporeidad en las figuras, ya de por si monumentales debido a la influencia de ÇDonatello, y una ambientación "física" plenamente realistas. También resulta muy importa en su obra el contexto, concediendo un aespecial importancia a las arquitecturas marco, puestas siempre al servidio de ese realismo que, en muchas ocasiones, constituye un autentico juego visual, como se puede obsrvar en el fresco de la Trinidad, cuya impresionante bóveda además supuso un impacto paa los coetáneos de Masaccio y que día a día todavía deja impresionado al espectador.

  

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