viernes, 26 de febrero de 2010

EL RENACIMIENTO ITALIANO Y SU DIFUSIÓN EUROPEA

                     FLORENCIA, LA CIUDAD DEL RENACIMIENTO



                             
       A lo largo del siglo XV en la Corte papl de Roma y en diferentes ciudades italianas gobernadas por familias nobiliariras, la Florencia de los Médicis sobre todo, pero también Venecia, Bolonia, Parma, Ferrara, Vicenza, surgieron manifestaciones artísticas que tenían sus modelos en la Grecia y Roma antiguas. El estilo que reinaba en los siglos XVyu XVI, que desde Italia se difundiría por toda Europa, se denominó Renacimiento, porque se entendía como un arecuperación del arte clásico. Fue una edad esplendorosa. Miguel Ángel,l Leonardo da Vinci, Rafael, Tiziano, Brunelleschi, Donatello, Durero, se dieron cita  en este tiempo de furia creadora.



       Por primera vez desde la Antigüedad, el ser humano se siente el centro del Universo y recamará un lenguaje a su medida.. En el Renacimiento será el hombre quien domine al edificio gracias a sus proporciones creadas por artistas que razonan según métodos y procesos humanos. El equilibrio entre las dimensiones de la planta y la altura responde a una exigencia humana según la cual no deben preponderar ls dimensiones verticales sobre las horizontales.

        El pintor y arquitecto italiano más importante del siglo XIV es GIOTTO. Giotto di Bondone nació en Colle di Vespignano en torno a 1267, al norte de Florencia. Era hijo de un campesino y durante su infancia fue pastor. Fue discípulo del pintor florentino Cimabue, que era el artista más conocido de la época. Sus biógrafos relatan que muchas veces cuando Giotto cuidaba de sus ovejas, dedicaba parte de su tiempo a dibujarlas. Un día, Cimabue pasó por allí y quedó tan impresionado con el talento natural de Giotto que decidió llevárselo con él para ejercitarlo en el arte de la pintura. Así que sus primeros años de aprendizaje transcurrieron en el taller de Cimabue,  y pronto comenzó a recibir sus propios encargos, la mayoría trabajos religiosos. De hecho, las primeras obras que se le atribuyen son dos series de frescos en la Basílica de San Francisco de Asís. La orden franciscana quería rendir homenaje con su iglesia al santo fundador. En el primer ciclo, en la parte alta de las paredes del templo desarrolla tems bíblicos, y en la parte inferior de los muros, escenas de la vida de San 

Francisco de Asís. Se tratan de veintiocho episodios de la vida del santo, escenas de su vocación, sus milagros y predicaciones, sus retiros de penitencia, las relaciones con sus compañeros, su muerte y sus milagros. En todas ellas, las figuras expresan la agitación espiritual que les produce la presencia de la santidad de San Francisco.


                                    El dolor de Clara y de las hermanas de San Damián
           Giotto crea escenas verosímiles donde las figuras se insertan de fomra natural a través de arquitecturas o de un paisaje abierto, en el lugar donde transcurren los acontecimientos narrados, individualizando además a los personajes con características y rasgos propios, como por ejemplo "El Milagro de la Fuente".
        
   El arte de Giotto fue extremadamente innovador. Representó a la figura humana con líneas amplias y redondeadas, en perspectiva y abandonó la figura plana y bidimensional de los estilos gótico y bizantino. La dotó de volumen, peso y naturalismo, lo que indica una mayor preocupación or el naturalismo.

    Su manera de representar el espacio de manera realista, supone una gran evolución en la historia de la pintura y hace que se le considere como  a uno de los primeros artistas que contribuyen a la creación del Renacimiento italiano. Sus obras fueron el punto de inflexión entre el arte bizantino de la Baja Edad Media y el realista y humanista que floreció en el Renacimiento. 

      Sus composiciones son de profunda emotividad, capta personajes en crisis, bajo presión o tomando gravísimas decisiones espirituales. Viajó por casi toda Italia y fue solicitado por los personajes más poderosos del momento: príncipes, altos dignatarios eclesiásticos, mercaderes, banqueros y comerciantes. 

      El punto culminante de su madurez artística lo constituyen los frescos para la Capilla de los Scrovegni en Papua. Al edificio también se le ha llamado Capilla de la Arena, ya que está construido sobre las ruinas de un anfiteatro.

 Los frescos que cubren por completo la única nave de la capilla, muestran representaciones del Juicio Final, la Anunciación, escenas de la Virgen y sus padres y de la vida de Cristo. En el fresco del Juicio Final, sitúa la enorme figura de Dios en el centro de la composición y compara las imágenes de los condenados con las de los bienaventurados. Giotto pintó por debajo de las escenas de la vida de Cristo, catorce alegorías de Vicios y virtudes. Los vicios están en relación con la parte izquierda de la pintura del Juicio Final, donde se representa a los pecadores condenados al infierno, y las Virtudes con la parte derecha, en la que aparecen los bienaventurados. El mensaje que quiere transmitirnos es que los vicios conducen al infierno y las virtudes a la salvación. En El Beso de Judas, Giotto centra la emoción de toda la escena en torno a la imagen centra, donde se encuentran el traidor y el traicionado. Los rostros cobran gran importancia, ya que a través de la expresión facial de los personajes expresa la emoción humana.
     
      
      La Madonna de Ognissanti, también llamada Virgen Entronizada, se caracteriza por su gran humanidad.
     
       El último encargo que recibió, hacia 1334, fue la dirección de los trabajos de la catedral de Florencia y de las obras urbanísticas de la ciudad. En esta última etapa de su vida, Giotto diseñó el famoso campanile de la catedral pero no pudo verlo terminado, ya que falleció el 8 de enero de 1337.

    

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