LA CIUDAD DE ROMA

              LA CIUDAD DE ROMA

         

           BARRIOS DE ROMA

 

          LAS 7 COLINAS DE ROMA

    

  

          A continuación voy a mostraros otra imagen de los edificios de Roma por si en la primera no se distinguen bien, pues la que viene a continuación es más grande y está más detallallada

        

        

             

           ACCIDENTES GEOGRÁFICOS DEL RÍO TÍBER

     El Tíber es uno de los ríos más largos de Italia. Nace al norte de Roma, en la región de Toscana y desemboca en el mar Tirreno, 20 km después de haber atravesado la "Ciudad Eterna". Su recorrido es de poco más de 400 kilómetros. Numerosos puentes cruzan el Tíber, entre los que destaca el puente de piedra Sant' Angelo, construido por el emperador Adriano entre los años 134 y 139 de nuestra era.
  Es importante saber que la ciudad antigua era fluvial, su destino estaba marcado por la evolución del río; por lo que esta conexión con el río además de ser un recurso económico notable también ha sido siempre de alto riesgo. Por eso había muros marginales de contención en las ramblas de Lungotevere. Livio incluso documentaba que las avenidas del Tíber siempre eran desastrosas y daban lugar en muchas ocasiones a epidemias causadas por el empozamiento de las aguas. Las grandes inundaciones siempre llegaron a Roma por la Vía Flamina. A partir de ese punto comenzaba a encontrar construcciones y puentes que lo obstaculizaban; aunque el puente Sublicio fue arrastrado por el aluvión y se encontraban sus restos por plazas y vías. Se debe a Trajano la construcción del canal de Fiumicino( FOSA TRAJANA), iniciada por Claudio y que se utiliza para la navegación y mejora el flujo del agua hacia el mar. Aureliano fue el último emperador que organizó una limpieza radical del cauce y la construcción de defensas ribereñas para acabar con el problema de los accidentes propios del río Tíber.

         BLOQUES DE VIVIENDAS EN ROMA
                                                                   

           LA CASA ROMANA

         Los romanos ricos eran muy ricos. Solían poseer una casa en el campo y otra en la ciudad. Aunque no tenían servicios modernos como la electricidad, las casas eran muy cómodas. Todas seguían un patrón tradicional; aunque variaba en las distintas partes del Imperio. Desde el exterior, solo se veían unas diminutas ventanas en lo alto de los muros. Las habitaciones principales se agrupaban en torno al atrio, un patio abierto en el centro. Las casas de campo, o villas, estaban rodeadas de una gran finca. Las casas de la ciudad estaban en las zonas de moda. En la misma Roma, solo los muy ricos podían permitirse tener una. Las habitaciones tenían pocos muebles, pero las paredes lucían ricas pinturas, grabados y mosaicos. Las pareces se cubrían con pinturas de motivos abstractos o realistas, o paneles de diferentes colores, mientras que el suelo estaba cubierto con mosaicos. Estos eran dibujos que se hacían colocando pequeños dados de piedra o vidrio de distintos colores, aunque el vidrio no se usaba en el suelo. Los mosaicos mostraban patrones geométricos en blanco y negro.