Filippo Brunelleschi fue el arquitecto más importante del siglo XV en Italia y la raíz de la arquitectura renacentista. Fue un artista muy prolífico que desarrolló sus diferentes obras de arte en Florencia. Como otros genios del Renacimiento, Brunelleschi practicó otras artes coo la escultura, pero debido a su fracaso, terminó dedicándose a la arquitectura. Nació en Florencia en 1379. Su padre era notario y obsrvando el talento de los iños para todo tipo de mecfanismos, lo colocó en el gremio de los orfebres. Filippo se convirtió rápidamente en un obrero calificado y se perfeccionó en el conocimiento de la escultura la perspectiva y la geometría. En el plano de la arquitectura investigó los viejos edificios el clasicismo romano levantando planos, plantas y alzados, obsesionado por representar la arquitectura tridimensional. En 1401, fue uno de los competidores para e diseño de las puertas del Baptisterio de San Giovanni. Pero fracasó...Había incumplido las condiciones del concurso que eran muy severas y de antemano ponían una cadena al artista en cuanto al tema y a la forma. El asunto era el SACRIFICIO DE ISAAC.
La escena ofrecía al artista un cúmulo de posibilidades: hombres y animales, una aparición celeste, movimiento de los cuerpos y expresión espiritual, reposo y animación, un plano superior y otro inferior, un plano anterior y otro posterior. Para que no desentonara con la puerta de Andrea Pisano, fue fijado el marco de los recuadros en la forma intrincada de un cuadrifolio gótico formado por un rombo vertical co cuatro semicírculos en los lados. Como técnica se señaló la del bronce fundido. Todo esto significaba ventaa para Ghiberti, quien era orfebre, y desventaja para Brunelleschi, que era escultor y arquitecto. Ghiberti consiguió obtener el relieve de bronce en una sola fusión, mientras que Brunelleschi tuvo que fundirlas por separado o sujetarlas después sobre la chapa de metal. La historia del Sacrificio de Isaac contiene una escena principal y otra secundaria, por lo que ambas han de estar claramente separadas. Ghiberti encontró la soluci´çon formal para este problema de cotenido en un afaja de rocas que atraviesa diagonalmente y en forma de invertida la superfcie encuadrada, mientras que Brunelleschi sitúa la línea divisoria horizontalmente, en la mitad. Lo que está situado encima aparece como en un primer plano, lo que está debajo, como en un plano posterior. Como Brunelleschi no quiso disminuir las figuras según la perspectiva, todo ello aparece como si el asno y los sirvientes se agachase bajo el tablado de un escenario en el cual se representa la escena del sacrificio.
Cuando fueron expuestos en público los proyectos de las puertas, Brunelleschi fue a verlos con su amigo Donatello y consideró que el suyo era el más meritorio; pero el jurado no pensó así, porque adjudicó el premio a Ghiberti, cuyo panel era, en efecto, el mejor de todos, y el de Brunelleschi fue clasificado segundo. Ghiberti tenía entonces 24 años de edad y dedicó los mejores de su vida a llevar a cabo esta gigantesca obra, cuyas dos primeras puertas le costaron más de veinte años de trabajos y esfuerzos. Pero él supo encontrar horas libres para dedicarse a la realización de otras obras de escultura y orfebrería; colaboró, además, con Brunelleschi en los trabajos de la catedral, aunque no se mostró hábil arquitecto.
Brunelleschi muy desanimado por lo ocurrido, partió hacia Roma donde estudió muy duro, decidido a hacer todo lo posiblo po rrevivir el estilo clásico que había muerto en Italia. Además, fue unjo de los prieros en aplicar lasleyes científicas de la perspectiva de su trabajo. En 1407, regresó a Florencia, justo enel momento en que se quería iniciar la construcción de la iglesia catedral de Santa María del Fiore. La construcción de la cúpula de la Catedral de Florencia, se puede considerar una de las más grandes obras de edificación del Renacimiento. Es la expresión más alta de una nueva actitud, que ponía al hombre y sus capacidades en el centro del mundo e individualizaba en la antigüedad clásica las premisas para el renacimiento de la cultura después de los siglos oscuros del Medievo. En menos de veinte años, en efecto, y a partir de la construcción de la cúpula de Brunelleschi, un restringido grupo de artistas, en una sola ciudad, Florencia, ponían en acto una de las revoluciones más importantes de la historia cultural no solo italiana. La figura de Brunelleschi estaba en sintonía con este mundo nuevo. Él encarnaba perfectamente la figura del hombre renacimental, libre, inteligente, seguro de la fuerza de sus ideas. Hijo de un pudiente notario florentino, había sido educado de modo liberal y ya desde muchacho se había interesado en escultura, mecánica, matemáticas. A él se le debe el estudio de la perspectiva linear que ya se había usado pero sin una referencia exacta de reglas. También fue el primero a introducir la figura del arquitecto proyectista y único, absoluto responsable de una obra: hay que pensar que, en el Medioevo, se erigían enteras catedrales sin un proyecto verdaderamente dicho, simplemente depositando toda la confianza en la experiencia de la colectividad.
Con lo cual, cuando, en 1418 Brunelleschi se adjudicó el concurso proclamado por Ópera del Duomo, para completar con una bóveda la iglesia de Santa Maria del Fiore, obra de Arnolfo di Cambio, su proyecto fue tan revolucionario que resultó inconcebible, y suscitó, si bien sólo al inicio, el recelo de los que habían encomendado la obra y el malestar de los obreros. Brunelleschi tuvo una idea genial: bajo el modelo de las grandes arquitecturas romanas, como la monumental cúpula del Panteón, que de joven había estudiado y rediseñado a fondo, concibió una cúpula octagonal de autosustentación, que, por ende, no necesitaba ninguna cimbra, a construir con materiales diferentes: piedra abajo, donde la curvatura es mínima, para obtener más resistencia, y ladrillos arriba, porque son más livianos. Además, la imaginó doble, formada por dos casquetes superpuestos, el orientado hacia dentro de un espesor de más de dos metros y el externo de sólo 80 centímetros.
Una vez terminada, la cúpula se manifestó inmediatamente como algo extraordinario, jamás visto. Dos años después de la conclusión de la cúpula, en 1436, se realizó la linterna de coronación, de mármol blanco, con lo cual la altura total de la cúpula pasó de 91 a 114 metros, una altura impresionante, no sólo para su época. Brunelleschi murió en 1446, pudiendo ver su obra prácticamente terminada. Naturalmente, supo desde siempre haber hecho una obra de arte y de ingeniería única en el mundo.
VASARI escribía: 'Parece que el cielo está envidioso que sigue arrojando saetas, creyendo que su fama ha ganado casi la altura del aire'.
FACHADA DEL HOSPITAL DE LOS INOCENTES
Este proyecto comenzó en 1421, y destaca su pórtico en el que utiliza arcos de medio punto sobre columns corintias y frontones triangulares sobre las ventanas de su único piso. Está decorado con figuras de niños hechas de cerámica. Parte de un patio central al que se añaden dependencias construyendo la fachada principal con un pórito co atrio que se abre a la plaza de Santissima Annuniata y se construyó por iniciativa del gremio de La Lana para recoger a niños abandonados para ayudarles y enseñarles un comercio útil que les permitiese tener su puesto en la sociedad. Este edificio civol forma parte de un planteamiento urbano junto con otros dos pórticos. Su planta baja está formada por amplios arcos de medio punto sostenidos por delgadas columnas corintias y adornadas e cada spacio de los arcos, con medalloes en terracota vidriada y policromada en azul y blanco con un recién nacido, uno por cada medallón.
Estos son la base visual de cadea una de las ventanas porque el centro de cada dos convergen en cada uno de los medallones. Un delicado arquitrabe divide la planta baja del primer piso, cuyo muro, se ve interrumpido por ventanas bastante espaciadas, que coronada por frontones triangulares corresponden exactamente a los arcos de la planta baja. En resumen, la obra se puede definir por la síntesis de equilibrio, sobriedad, mesura y proporciones. De hecho, este edificio no se puede entender si no es en relación con la plaza que es un espacio vacío y polifuncional frente al hospital que marca un volumen cerrado a volumen lleno, siendo el pórtico el elemnto de relación entre la plaza y el edificio.
Basílica de San Lorenzo de Florencia
Inspirada en las basílicas paleocristianas que Brunelleschi estudió en Roma, se trata de un templo con planta de cruz latina de tres naves, con la nave central más alta y ancha. En el interior, la nave central tiene cubierta adintelada y las laterales con bóveda de arista. La separación de las naves se establece mediante columnas de orden compuesto y sobre ellas, entablamento en el que descarga cada arco de medio punto. En el crucero dispuso la cúpula como abovedamiento, buscando Brunelleschi en esta iglesia dos elementos fundamentales:
- Horizontalidad: Se emplean elementos arquitectónicos que refuerzan la sensación de horizontalidad, como los entablamentos, la cubierta plana de la nave central...
- Armonía: Busca la armonía empleando criterios geométricos, como por ejemplo estableciendo formas cúbicas al ser la altura de las columnas idéntica a la distancia entre las columnas contiguas.
Palacio Pitti
En esta obra es donde Filippo Brunelleschi establece el modelo renacentista de palacio, que fue ampliamente seguido por sus discípulos. El aspecto externo es muy parecido al de una fortaleza. Su planta es en cuadrilátero, donde las dependencias se construyen en torno a un patio. Muestra una tendencia a la horizontalidad mediante una superposición de tres pisos o cuerpos. El muro está muy articulado, con ayuda de las balaustradas. Se emplean para los muros sillares almohadillados, que van siendo más plano conforme se gana en altura. Los vanos con arco de medio punto están constituidos por dovelas almohadilladas,. Las ventanas además llevan frontón.
Capilla Pazzi
La Capilla Pazzi s una obra de plena concepción renacentista. Es de planta cuadrada y está cubierta con una cúpula, donde se da la interacción del espacio cuadrado con cubierta circular. La fachada se articula mediante un pórtico con columnas por el que se accede a la construcción, que combina el arco central con superficies adinteladas. En esta superficie hay un entablamiento que "rompe" en el centro en arco de medio punto. En todo el edificio se aprecia la búsqueda de la armonía frente a la monumentalidad.